El 30 de diciembre de 1973, la iglesia parroquial Santa Maria Magdalena de Ribadesella acogió la boda de María del Pilar Pintado Blanco y Vicente García Muñiz, dos jóvenes riosellanos que decidían unir sus vidas para siempre y emprender una nueva etapa expandiendo las estirpes familiares en las que habían nacido. Pili era hija de Manuel ‘Garuña’ y Ludivina. Vicente, de Santiago e Isabel.
De momento han pasado 50 años y ahí siguen, unidos y felices. Por ese motivo, ayer celebraron una reunión familiar en torno a una mesa para conmemorar ese 50 Aniversario, las Bodas de Oro de un matrimonio que engendró dos hijos, Vicente y Eva que aportaron una nieta a la familia, Jeanette. Así que solo queda desearles muchos años mas de unión y felicidad.