Las autoridades competentes aún no han confirmado la existencia de un nuevo vertido de aguas residuales a la altura de El Barcu de Arriondas, tal y como ayer denunciaban los ribereños del Sella que suelen acercarse a ese lugar en busca de salmones. El presidente de la Sociedad de Pescadores El Esmerillón, Antón Caldevilla, que también fue testigo ocular de esos vertidos hace un año, aseguró que el escape “rezuma bajo el agua y mancha el río”, pero que ninguna Administración competente lo ha confirmado
Según le consta, por el lugar se han pasado agentes del Seprona, un concejal y un encargado del Ayuntamiento de Parres además de un técnico de la EDAR de Ricao, “pero todos dicen que no han visto nada”. Según algunos ribereños, el vertido nunca es continuo sino intermitente y esta podría ser la causa por la que aún no haya sido confirmado en ninguna de las inspecciones técnicas realizadas. “No sé si será algo que se traba y que rebosa cuando se llena el tubo”, añadió Caldevilla.
Antón Caldevilla fue quien en su día denunció públicamente la rotura del colector a la altura de Las Rozas (Cangas de Onís). En este caso, la Viceconsejería de Medio Ambiente “tardó bastante en pasar” y en percatarse del problema, que era mucho mas visible que el existente en El Barcu, aunque reconoció que “la obra ha quedado bien hecha, con una escollera curiosa”, añadió. Hoy quedó inaugurada por la Viceconsejera Nieves Roqueñí.
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