La aldea de Suarías se convertía esta mañana en un bastión en defensa del campo asturiano. Alrededor de trescientas personas se concentraron a primeras horas de la mañana en esta localidad del concejo de Peñamellera Baja para protestar contra el cierre de dos cuadras centenarias. Dos establos propiedad de Fernando Caso, un joven ganadero que pretende mantener una actividad agropecuaria heredada de su padre, cuando éste se jubiló en 2014 y este de su abuelo.
Ocho años después aún no sabe cual será el futuro de su rebaño de 85 vacas cruzadas de aptitud cárnica ni el de su hijo de cuatro años al “que le gusta la ganadería al cien por cien” y al que no le recomendará seguir con la tradición familiar “salvo que las leyes cambien y mejoren”, afirmó Fernando Caso. Sus dos cuadras han sido clausuradas por operarios del Ayuntamiento y con presencia de la Guardia Civil. Ha sido después de una decisión judicial, tras la denuncia de un vecino.
El de hoy ha sido un día de “gran sufrimiento” aunque también se ha sentido arropado por todas las personas, partidos políticos y organizaciones agrarias que hoy se acercaron a Suarías para acompañarle ante una “injusticia”. A pesar del mal trago de hoy, Fernando Caso confía en recuperar las cuadras “porque tengo aprobado el 99% de la licencia de actividad por parte del Ayuntamiento”, afirmó. De hecho, el alcalde, José Manuel Fernández, que estuvo presente dando la cara, considera “lamentable” haber llegado a esta situación y confía en que pronto concluya la tramitación favorable al ganadero.
Dijo que no era un día agradable para él y que su intención siempre es ayudar y defender a los profesionales del sector. Según explicó, no fue hasta el jueves cuando recibió por parte del Gobierno asturiano un informe en el que se decía que las cuadras podrían funcionar con una serie de medidas. «Para pasarnos el muerto a nosotros», ha lamentado. Pero ese informe, ha dicho el primer edil, ha de ser informado por técnicos antes de conceder una licencia, y no hubo tiempo. «No tenemos técnicos para haber podido parar esto», ha lamentado.
En la lectura del manifiesto de Suarías, quedó claro que todos los presentes lucharán para frenar una situación “que nos avergüenza”. Creen que todos unidos cambiarán las leyes que les obligan a cerrar sus cuadras. Y confían que sea a través de la Ley de Calidad Ambiental que se está tramitando en la Junta General del Principado, “porque así se hizo hace diez años en Galicia en defensa de sus ganaderías”.
En ese manifiesto recordaron que Suarías es un pueblo que “nació gracias a la ganadería”, un pueblo que el que siempre han convivido el ganado con las casas y pidieron “respetar la cultura inmaterial de todos los pueblos de Asturias”. También pidieron a todos los ayuntamientos asturianos que modifiquen sus normas urbanísticas para que sean mas favorables a la actividad ganadera y le reprocharon al de Peñamellera Baja que “aún no haya movido un dedo en esa dirección”.
La protesta convocada por GANAGRI contó con representantes del PP, VOX, Foro Asturias y de los Ayuntamientos de Peñamellera Alta y Llanes, además del anfitrión. Tampoco faltaron representantes de organizaciones agrarias como UCA, ASAJA y URA, además de “gente muy mediática en las redes sociales del campo”, destacó Ramón Galguera, presidente de GANAGRI. Todos confían en que con la nueva Ley de Calidad Ambiental, cuya aprobación está prevista para los dos próximos meses, “no se exija una licencia de actividad para estas pequeñas explotaciones” y esperan que esa orden tampoco se aplique en el poco tiempo que queda.
El alcalde de Peñamellera Alta, José Antonio Roque, recordó que Foro ha presentado una enmienda a la Ley de Calidad Ambiental que, precisamente, «lo que busca es impedir cierres como los que se están produciendo en Suarías”. Cree que los ganaderos asturianos «ya tienen suficientes problemas y dificultades como para que el Gobierno de Barbón les dificulte más su trabajo con trabas y requisitos absurdos” y pidió que, al menos «les dejen trabajar en paz”.
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