La Asociación de Creadores Audiovisuales Independientes d’Asturies ha puesto en marcha uno de sus proyectos más ambiciosos del colectivo, desde que fuera constituida hace poco más de un año: llevar el lenguaje audiovisual y cinematográfico a las alas de Asturias. Y lo hará con la impartición de un taller denominado ‘El mío primer curtiometraxe’.
El proyecto se inició en la jornada de ayer en las Escuelas Hogar de Cangas del Narcea y Reconquista de Cangas de Onís. En este último lo hizo con la participación de siete alumnos y dos profesores. Esta tarde lo hará en el IES Luces de Colunga y en la Escuela Hogar de Pola de Allande.
En el proyecto se han embarcado una veintena de profesionales independientes del audiovisual asturiano, miembros todos ellos de esta asociación de creadores, llamada Lluces. El objetivo, introducir a escolares y profesores de esas zonas rurales en un taller pedagógico diseñado, planificado y estructurado para acercarles, de manera didáctica, amena y divertida el mundo del cine, y también a hacer películas.
Las clases tendrán lugar en horario de 15.30 a 17.30 horas, a lo largo de un intenso mes y medio; y se contará con la participación de directores, guionistas, montadores, fotógrafos, sonidistas, etc. Entre ellos Sami Fuentes, Alex Galán, Iván Menéndez, Marcos Merino, Game Santos o el cabraliego Alberto Pardo.
Según el colectivo, «será una oportunidad única, una experiencia pionera en Asturias con la que la Asociación Lluces quiere contribuir a que la formación audiovisual esté también al alcance de los habitantes de las alas de la región, de las zonas rurales donde se tienen más dificultades para poder acceder a este tipo materias formativas y educativas.
El proyecto, que se lleva cabo contando con la financiación de los fondos europeos Next Generation, tiene tres grandes objetivos. En primer lugar, propiciar el descubrimiento por parte de niños y jóvenes del cine entendido como arte, creación y cultura. En segundo lugar, conocer el lenguaje audiovisual y cinematográfico para poder ser un mejor receptor y emisor del mismo. Y en tercero, desarrollar las potencias pedagógicas de la creación cinematográfica en el contexto educativo.
Durante la impartición del taller, los profesores se convertirán también en asistentes técnicos para ayudar a los alumnos a manejar y comprender las múltiples enseñanzas que ofrece el mundo audiovisual. El período formativo concluirá con la producción de un cortometraje en cada uno de los cuatro centros que participan en esta novedosa experiencia educativa.