Tras los convulsos momentos vividos durante el mes de febrero pasado, el Club Náutico Arra de Ribadesella ha cambiado de junta directiva. El nuevo presidente, sustituto del dimitido Manuel Rodríguez, es Gerardo Báguena, responsable también de la Fundación Española para la Conservación del Quebrantahuesos. La nueva directiva ha quedado integrada por aficionados a la náutica entre los que se incluyen “pequeños empresarios, trabajadores y gentes que tenemos interés en divulgar esta actividad”. El objetivo prioritario “innovar la gestión del club y desarrollar un proyecto que nos permita tener un poco mas de recorrido y representación con mayor número de acciones a lo largo del año”, añadió el nuevo presidente.
Uno de sus primeros pasos ha sido el de crear un empleo fijo y profesional con cargo al club. “La figura del marinero, un riosellano que estará trabajando como un compañero mas”, anunció. Esta persona estará al frente de los servicios portuarios que les ha concedido el Principado de Asturias y “que conlleva unas obligaciones y exigencias que tenemos que atender”. Entre ellas, el servicio de grúa, la estación gasolinera, el mantenimiento de las infraestructuras y la atención de tránsitos.
Respecto a estos últimos, el club quiere potenciar sus posibilidades como puerto de descanso y refugio para todas las embarcaciones que se encuentren navegando por la Cornisa Cantábrica. “Queremos plantear un modelo de gestión basado en aprovechar el potencial de nuestro puerto de cara al tránsito internacional de veleros y embarcaciones de recreo para lograr un mayor índice de llegadas mediante un ejercicio extra de promoción y publicidad”, destacó Báguena. A su vez, intentarán innovar en aspectos ambientales promocionando la cultura del mar como una actividad saludable y abierta al público, “socializando la gestión del club, abriéndolo a la sociedad con jornadas de puertas abiertas y organizando actividades para familias durante el verano”.
En este ámbito de la gestión ambiental, Gerardo Báguena quiere mejorar el tratamiento de los residuos encaminando el puerto deportivo riosellano hacia la economía circular y la separación de los residuos. A su vez, pretende instalar placas fotovoltaicas para reducir el “alto consumo de luz” que tiene el puerto. A su vez, habrá que buscar una nueva ubicación para las casetas de servicios, cambio motivado por las obras de ampliación del puente. Ahora mismo, el club gestiona alrededor de 837 metros cuadrados de suelo portuario a los que pretenden incorporar los 200 que estaba gestionando la escuela de vela que ha dejado de ser operativa.
Precisamente, otro de los objetivos de la nueva directiva pasa por impulsar el deporte de la vela, muy reducido en Ribadesella por los problemas de calado del puerto. “En las bajamares a penas queda un metro y eso limita mucho la entrada de barcos, así que esperamos que el Principado sea sensible con esta realidad y en la medida de lo posible proceda al dragado de esas partes”, reclamó. El responsable del deporte de la vela en la nueva directiva será José Luís Junco que, junto al presidente y Alfonso Collados integrarán el núcleo fuerte de una directiva que contará con un grupo de colaboradores “que son importantes y esenciales porque son el alma del club, gente que lleva toda la vida en esta asociación”. De hecho, todo lo que se plantee de aquí en adelante se consultará con los socios, “el principal capital de este club”. Arra cuenta en la actualidad con unos 300 socios de los que 180 son propietarios de embarcación.
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