
El Real Oviedo ha celebrado su 95 aniversario con un homenaje a los sanitarios del Hospital Universitario Central de Asturias junto a familiares de Tensi y Herrerita, dos de los futbolistas más emblemáticos del club azul que, desde hoy, dan nombre a las puertas 5 y 10 del NMR Carlos Tartiere.
La iniciativa, organizada por la Asociación de Peñas Azules del Real Oviedo (APARO) y la Asociación Fondo Norte 1926, sirve para homenajear a dos de las figuras del equipo carbayón y se repetirá cada año en esta fecha para renombrar todas las puertas del campo a excepción de la 19, ya dedicada a los accionistas extranjeros.
«Para la familia es un honor que estemos cumpliendo 95 años y que, entre todos los jugadores que han pasado por el club, se haya pensado que mi padre cumplía unos valores como para darle una puerta. Murió en 2011 agobiado, pensando que su equipo desaparecía y hoy su afición le ha hecho leyenda», ha agradecido Vanesa Fernández, hija de Tensi.
Junto a su hija, su nieto y su bisnieto, fue el portavoz del consejo de administración azul, Fernando Corral, quien ha recordado la figura de Herrerita, «una de las grandes leyendas no solo del oviedismo sino también del fútbol español» y «el primer gran mito oviedista junto con Lángara».
Tras la inauguración de las puertas, el homenajeado fue el jefe de Urgencias del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), Luis Antuña, encargado de cumplir con la tradición de plantar un árbol en el ‘Bosque Oviedista’ ubicado junto al estadio.
Tensi había elegido la villa de Ribadesella como lugar de segunda residencia. En su casa del Monte Corberu pasaba largas estancias junto a su familia y fue allí donde la Peña Azul Riosellano le rindió homenaje en julio de 2012, descubriendo una placa de piedra sobre la fachada de su domicilio riosellano. Una villa en la que hizo amigos y tertulia, una localidad que convirtió en su morada. Tensi fue y será siempre un riosellano de adopción y devoción.
El que fuera jugador, capitán y entrenador de Real Oviedo dejó una gran huella en Ribadesella y por ese motivo, la Peña Azul Riosellana se lo agradeció inmortalizando su nombre en la cuesta del Monte Corberu.