El diputado de IU en la Junta General del Principado de Asturias, Ovidio Zapico, denunció esta mañana la saturación de tráfico que se vive en el acceso a la Olla de San Vicente (Cangas de Onís) sin que se pongan medidas para compatibilizar el turismo con el resto de actividades tradicionales de la zona. Zapico reclamó un plan de movilidad que garantice la sostenibilidad.
El diputado se desplazó este sábado a la zona para denunciar la «saturación» que sufren espacios naturales como éste y no de forma puntual, sino estacional. Es mas, cree que se trata de «una cuestión que no solo afecta a un determinado lugar del oriente de Asturias como el de Tornín, en el límite entre Cangas de Onís y Amieva, sino también a otros lugares como Los Lagos o el concejo de Cabrales».
Zapico aseguró que deben implementarse medidas para resolver la situación. Eso sí, matizó, «eso solo se aborda desde una planificación que tiene que tener una estrategia comarcal, que además tiene que poner en valor todos los conceptos que tienen que ver con la movilidad sostenible y con el uso de autobuses, fundamentalmente de lanzaderas que a lugares como éste que perfectamente podrían llegar y, además, todo esté acompañado por otras cuestiones como son las infraestructuras».
Se trata, añadió el diputado, de mantener la actividad turística en «armonía» con la vida normal en los pueblos, como puede ser la actividad ganadera. «No pueden entrar en colisión elementos como el turismo y otras actividades también tradicionales. Unas y otras tienen que ser perfectamente compatibles y eso se logra desde planes estratégicos».
IU ya ha presentado una pregunta escrita para que el Gobierno explique cómo tiene previsto abordar los problemas de todo tipo, incluso de seguridad vial que se han dado en la ruta a la Olla de San Vicente, derivados del estacionamiento de un gran número de vehículos en la zona y en la propia carretera N-625.
Junto a Zapico, visitó la zona la concejala Beatriz Alonso Bugueiro, que aseguró que a los problemas de saturación se suman ahora los derivados de la necesidad de mantener la distancia social así como otras medidas de seguridad necesarias para evitar problemas sanitarios por el COVID19. La llegada masiva de personas genera problemas de aparcamiento pero también de limpieza, ya que a pesar de esa presión de visitantes solo se recogen desechos dos veces por semana. «Nadie quiere acotar el turismo pero sí tiene que haber un orden, esto tiene que estar controlado», añadió.
