El área recreativa de La Rozada, en el concejo de Ribadesella, fue el escenario elegido por Cruz Roja Asturias para desarrollar a lo largo del fin de semana unas jornadas de formación en grandes catástrofes dirigidas a uno de sus Equipos de Respuesta Inmediata en Emergencias (ERIE) que la organización tiene en convenio con el Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA).
Un fin de semana de aprendizaje intensivo que ha incluido la pernocta de los 18 voluntarios participantes en las mismas tiendas que utilizaron para la formación y que durante la noche se convirtieron en albergue de emergencia con los mismos camastros y sacos de dormir que se utilizan para albergar personas en momentos de desastre.
En esas condiciones, todos tuvieron ocasión de reforzar sus conocimientos para intervenir con garantías de éxito en situaciones de crisis total en las que se hace difícil la obtención de alimentos, desaparecen servicios o dejan de funcionar los sistemas normalizados tan necesarios como la luz eléctrica, el abastecimiento de agua, el teléfono o la red de internet.
Instrucción rigurosa en psicología de catástrofe, conciencia situacional, seguridad, refugio o primeros auxilios austeros, «un compendio de circunstancias extremas para que cada uno de ellos esté bien preparado a la hora afrontar cualquier escenario de ese tipo, desde grandes inundaciones, hasta eventos meteorológicos intensos o erupciones volcánicas», apuntó el jefe de zona de los ERIE, el riosellano Juan Carlos Valle Berbes.
Durante la jornada de formación los voluntarios de Cruz Roja recibieron la visita del alcalde de Ribadesella, Paulo García, que agradeció la elección del concejo para llevar a cabo la actividad y les invitó a disfrutar del concejo y del área de La Rozada, situada en la parroquia de Collera, donde también realizaron ejercicios de orientación nocturna.