La Comisión Nacional de Salud Pública, en la que están representadas las comunidades autónomas y el Ministerio de Sanidad, ha establecido este martes una nueva Estrategia de Vacunación. En la misma se aconseja retrasar la vacuna de refuerzo hasta los cinco meses entre los adultos que tengan la pauta completa y se haya infectado de forma sintomática o asintomática por SARS-CoV-2.
La Comisión de Salud considera que el intervalo entre la infección y la administración de la dosis de recuerdo será de un mínimo de 4 semanas, pero, en cualquier caso, recomienda su administración a los 5 meses tras el diagnóstico de la infección.
Según justifica el Ministerio de Sanidad, «la evidencia actual muestra que el hecho de tener una infección por SARS-CoV-2 tras tener la pauta completa de primovacunación hace que se desarrolle una respuesta inmune más potente y más amplia en términos de neutralizar otras variantes del virus, en comparación con la respuesta inmune observada en personas que solo padecieron infección o que solo recibieron dos dosis».
Además, explican que las infecciones por ómicron «aumentan la respuesta de células de memoria a antígenos víricos diferentes a la proteína S en comparación con las infecciones tras vacunación causadas por la variante Delta, lo que implica una ampliación de la inmunidad».
Vacunación pediátrica.- La Comisión también acordó que los niños entre 5 y 11 años que se contagien antes de recibir la vacuna contra la COVID-19 recibirán una sola dosis a partir de las 8 semanas tras el diagnóstico de la infección. Esta nueva actualización de la Estrategia de Vacunación establece que, si la infección se diagnostica después de la primera dosis, se administrará la segunda dosis a partir de las 8 semanas tras el diagnóstico de la infección, manteniendo el intervalo de 8 semanas respecto a la primera dosis.