Las aguas costeras del oriente de Asturias vuelven a estar surcadas por la famosa y temible Carabela Portuguesa, un conglomerado de organismos marinos de larguísimos tentáculos que pican de lo lindo. En los últimos días fueron avistadas en playas de Colunga y Llanes, obligando al cierre de algunas de ellas. En la tarde de ayer fue avistado un único ejemplar en la riosellana playa de La Atalaya (foto). El aviso a la Policía Local llegó entre las cinco y seis de la tarde y no hay constancia de que la carabela haya picado a algún bañista.
Por ese motivo, el Servicio de Salvamento en Playas del concejo de Ribadesella ha tenido que realizar esta mañana una minuciosa inspección en los tres arenales del concejo antes de iniciar la jornada de baños. “Tras esa primera ruta por Santa Marina, Vega y La Atalaya no encontraron ningún otro ejemplar, así que los tres arenales quedaron abiertos al público a la hora de costumbre para que todos los bañistas puedan disfrutarlos”, explicó el concejal de playas, Pablo García. Las inspecciones serán continuas a lo largo de este miércoles, “cada dos horas”, tanto en Santa Marina como en Vega, realizando otra a media mañana en La Atalaya.
Pablo García recordó a los usuarios que ante el caso de una picadura de carabela portuguesa lo mejor es lavar bien la zona afectada con agua salada, “siempre con agua salada, nunca dulce”. Y ante cualquier duda, avisar a los socorristas, al 112 o a la Policía Local.