Los miradores y las miradoras de Arriondas ya tienen abierto su tabernáculo preferido. Tras una profunda remodelación ayer abrió de nuevo sus puertas uno de los establecimientos mas emblemáticos de la capital parraguesa, la sidrería El Mirador. Lo hace bajo la dirección del hostelero cangués Borja Martínez.
Tras la jubilación de Belisario Suárez, su anterior propietario, en el mes de octubre pasado, Borja ha dedicado los últimos cinco meses de su vida a transformar El Mirador y convertirlo en una sidrería-marisquería totalmente diferente. Según dice, lo hizo con “mimo y cariño”, pero nos atreveríamos a decir que también lo hizo con gusto.
El resultado final, un local totalmente nuevo, “no tiene nada que ver con lo que había”, añadió. Y no le falta razón está cargado de detalles. Hasta los chisqueros para el escanciado de la sidra llevan el logotipo del local. Y el acceso a los baños es el que ha sugerido el titular de esta crónica. El la puerta de las chicas se puede leer MIRADORAS. En la de los chicos, MIRADORES.
Además, en el día de la apertura no podía faltar el que durante 47 años fuera alma del local. Belisario Suárez hizo acto de presencia para estrenar la terraza del nuevo Mirador junto a algunos miembros de sus familias, la directa y la política, incluida la primera nieta de ambas. Belisario y Borja posaron alegres para nuestra cámara. El primero porque está disfrutando de una nueva vida y el segundo porque ha hecho realidad uno de sus sueños.
Ahora, a Borja Martínez solo le falta reabrir La Peskatería de Cangas de Onís, también renovada (El antiguo Campanu del Puente Romano). La fecha prevista es la del 6 de mayo, aunque aún no lo tiene claro. Podría retrasarlo para después de la Subida Internacional al Fitu, para disponer de toda la plantilla en El Mirador durante ese fin de semana grande en la localidad de Arriondas.
