La nieve caída en las últimas horas obliga al uso de cadenas para circular por catorce puertos de montaña de la red secundaria de carreteras del Principado. Todos ellos en la zona centro-occidental, porque las precipitaciones en forma de nieve aún son escasas en nuestra comarca. La cima del Pienzu amanecía hoy pintada de blanco, pero la nieve no ha cuajado en ninguna de nuestras carreteras. Podría hacerlo a lo largo de las próximas horas, hasta el mediodía del sábado, en cotas de hasta 700 metros de altitud.
Las carreteras del oriente se han visto afectadas por las fuertes rachas de viento que en la jornada de ayer alcanzaron los 98 km/h en Cabrales y 96 en Llanes. Este viernes aún no han llegado a los ochenta. El resultado, numerosos cortes de carretera parciales y totales como consecuencia de la caída de árboles, postes, cableado o desprendimientos.
El más importante, el que mantuvo completamente cortada la carretera AS-379 Ribadesella-Llanes, entre las localidades de Balmori y Celorio por la caída de un árbol de grandes dimensiones (foto). En esta misma carretera también se registró otro corte parcial por el mismo motivo.
La caída de otro árbol en la PB-1mantuvo completamente cortada la carretera de Merodio, en Peñamellera Baja y en la As-114 se registraron cortes parciales. A su vez, en varias carreteras del concejo de Cabrales se sucedieron los desprendimientos de rocas.
La jornada de ayer también fue complicada en el concejo de Ribadesella donde la tulipa de una farola se descolgó en la Plaza Nueva, aunque no llegó a caer y fue retirada. A su vez, se registraron caída de árboles en Sardalla, San Pedro o Abéu, entre otros lugares del concejo.
Mañana entramos en el último fin de semana de febrero, que estará dominado por un ambiente invernal con nevadas en cotas muy bajas, cercanas a 700 metros, acumulaciones de nieve entre 5 y 15 centímetros en zonas montañosas y lluvias casi generalizadas en todo el Principado.