Si les dan a elegir entre una cazuela de angulas al ajillo y un plato de anguila asada con salsa dulce de soja al estilo Kabayaki, seguro que se quedan con el primero. La prueba del algodón se vivió este mediodía en el restaurante La Huertona de Ribadesella con el canal de televisión japonés TBS como testigo. Los invitados, dos parejas de comensales (Charo-Ramón y Mónica-Tino) y los anfitriones, los propietarios del restaurante, José Manuel Viejo y Rosa Ruisánchez y las representantes de la cadena televisiva, Mio Hayakawa y Kumi Matsushima.
El dulce sabor de la anguila asada no entusiasmó demasiado ni a los invitados ni al propietario del restaurante. Todos se inclinaron por las angulas. Pero la directora del programa televisivo, Mio Hayakawa, se manifestó confusa con que en España prefiramos comer la angula en lugar de dejarla crecer hasta hacerse adulta y sacarle mayor rendimiento económico. También manifestó su sorpresa con la textura de la angula, aunque ella se quedó con el sabor de su anguila dulce.
Está claro que las culturas asturiana y nipona están alejadas entre sí física y espiritualmente. En Asturias no damos excesivo valor gastronómico a la anguila, sin embargo, somos capaces de pagar más de cinco mil euros por un kilo de angulas, algo habitual en la primera subasta de cada temporada. En Japón se pirran por la anguila y la comen de muy diferentes maneras (asada, a la parrilla, a la brasa, adobada o en polvo como condimento). Es uno de sus platos mas caros, pero está muy lejos del precio que aquí pagamos por una ración de angulas. Aún así son dos alimentos de lujo, de los mas caros del mundo. Dos delicatessen gastronómicas que ojalá nunca se acaben. Que en Japón sigan comiendo anguila hasta reventar y que en España sigamos disfrutando de nuestras angulas del Sella siempre que el bolsillo nos lo permita.
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