La Asociación Cultural Iglesia de Moru ha rendido un pequeño homenaje a José María Orviz, el que fuera cura párroco de San Salvador de Moru (Noceu-Ribadesella) durante las últimas décadas. Tras anunciarse su jubilación, el colectivo ha querido agradecerle su importante papel en la restauración del templo colocando una placa conmemorativa en el interior del mismo, “a la entrada de la iglesia, a la derecha, en un lugar visible junto a la talla de una Virgen que nos acaban de regalar”, explicó Ana Fernández, presidenta del colectivo.
José María Orviz siempre fue una persona comprometida con un proyecto de restauración y rehabilitación que se prolongó durante diez años, captando fondos económicos y cuantas cosas fuesen necesarias, impulsando y apoyando el proyecto desde un principio. Ahora el colectivo iniciará contactos con el párroco de Ribadesella, José Ramón Fernández Abad para ponerle al día de los proyectos de la asociación y situación del templo. También esperan que Orviz siga vinculado a la asociación en la junta directiva o donde quiera estar.
El ‘Milagro de Moru’ se dió por concluido hace unos meses, pero al tratarse de un edificio antiguo, del siglo XIII siempre requerirá de obras de mantenimiento y conservación. Uno de los futuros objetivos pasa por cambiar por completo la cubierta del ábside, de la capilla mayor que alberga las pinturas murales. Esa cubierta fue reparada en su momento, pero con el tiempo tendrá que sustituirse.
HOMENAJE A DON JOSE MARÍA ORVIZ ROCES, CURA PÁRROCO DE
SAN SALVADOR DE MORU
La noticia de la muy próxima jubilación de don Jose María nos ha sorprendido a todos, tanto a los miembros de la Asociación Cultural Iglesia Moru como al resto de feligreses y vecinos de las parroquias y pueblos donde desarrolló su labor durante los últimos años.
Para nosotros es una noticia muy sentida, pues contar con él en tanto que titular de la parroquia y como miembro de la junta directiva de nuestra asociación ha sido muy positivo, en el plano asociativo y también en el plano humano; su disponibilidad ha sido una constante durante las muchas situaciones y vicisitudes por las que hemos tenido que pasar, como asociación y como personas en estos años, contando en todo momento con su ayuda.
Desde el inicio de la actividad de nuestra asociación en 2008 fue don Jose María un pilar importante en la tarea de restaurar la iglesia de Moru, tanto por el entusiasmo puesto cada año en el proyecto como por el apoyo en la búsqueda de los necesarios recursos económicos, como incluso por la actitud favorable hacia la celebración de eventos que dieran vida a la iglesia:. celebraciones litúrgicas y culturales, siempre quiso arrimar a la gente a Moru. En esta iglesia puso el cariño especial que se pone en los más débiles, en particular cuando Moru era no sólo la más frágil de sus parroquias sino una verdadera amenaza de ruina.
Así pues, nos habría gustado poder celebrar una fiesta homenaje en la iglesia para agradecer a don Jose María su labor durante todos estos años, y festejar con una buena merienda vecinal el haber podido contar con él, el cura que Moru necesitaba para salir de adelante. La pandemia ocasionada por el COVID 19 no nos permite actualmente celebrar con un evento social este merecido homenaje, por lo que hemos decidido enviar al menos esta carta como reconocimiento público a su labor.
Somos muchas las personas que agradecemos a don Jose María su implicación en la recuperación del templo de San Salvador, no sólo los vecinos de la parroquia sino todas las personas que, gracias a su iniciativa, podrán disfrutar de este bien cultural que tan próximo estuvo de perderse. Hemos tenido la suerte de contar con un sacerdote interesado también en el edificio desde su plano histórico, constituyendo desde nuestro humilde punto de vista un ejemplo para quienes tienen la responsabilidad del cuidado de las iglesias: Impulsar proyectos colectivos como el que la Asociación Iglesia Moru ha llevado a cabo durante estos años es evidente que funciona, no solo porque teje redes entre vecinos sino por ser la forma de implicarnos en la protección del patrimonio incluso en tiempos difíciles, como los años en que se pudo llevar adelante nuestra obra.
Sirvan estas notas como homenaje agradecido hacia una persona que formó parte importante de la recuperación de una iglesia que parecía llamada a perderse, y que siendo don Jose María Orviz su párroco fue recuperada para las generaciones venideras.
Muchas gracias, don Jose María.