Asturias ampliará la realización de pruebas diagnósticas para detectar la covid-19 en personas menores de 60 años a partir del criterio de los médicos que los atiendan, una posibilidad hasta ahora restringida, en aplicación de la vigente estrategia contra la pandemia, a los mayores de esa edad, pacientes inmunodeprimidos y personal sanitario y de residencias.
El objetivo es que, ante cualquier síntoma valorado por un profesional clínico, y aunque no cumplan esos requisitos, se solicite la realización de una prueba que permita detectar rápidamente la enfermedad sin necesidad de estar «ante un grave caso de infección», según ha anunciado hoy en rueda de prensa el jefe del Servicio de Vigilancia Epidemiológica del Principado, Mario Margolles.
El Gobierno asturiano ha optado por extremar lo previsto en la normativa vigente a nivel nacional para combatir la pandemia después de que el Principado entrara en situación de riesgo alto por el elevado número de pacientes hospitalizados durante las tres últimas semanas.
Así, pese a la entrada en vigor del Real Decreto que elimina la obligatoriedad del uso de mascarillas salvo en algunos espacios concretos, las autoridades sanitarias recomiendan mantenerlas «como hasta ahora» en espacios interiores, incluido el ámbito laboral pero no el educativo, mientras no se reduzca el nivel de riesgo alto en el que ha entrado la región.
«Una sociedad madura se gestiona mejor con recomendaciones que con una obligatoriedad generalizada», ha apuntado la directora general de Salud Pública, Lidia Rodríguez, que ha considerado que las medidas adoptadas son «proporcionadas y ajustadas a la situación actual» dada la necesidad de sopesar «el nivel de riesgo residual aceptable para la sociedad» y su impacto.
A su juicio, aunque la reducción de la obligatoriedad del uso de las mascarillas sea «una buena noticia», en una comunidad en la que una de cada tres personas tiene más de 60 años, es necesario extremar las medidas de precaución y seguir utilizándolas en interiores «por responsabilidad».
Además, y en tanto se mantenga esa situación, recomiendan también que cualquier persona con síntomas compatibles con un contagio de covid-19 restrinja su interacción social, extreme las medidas higiénicas de precaución (lavado de manos y distancia de seguridad) durante un periodo de cinco días o hasta que transcurran 48 horas sin presentar indicios de la enfermedad.
En lo relativo al proceso de vacunación, el Principado ha planteado al Ministerio de Sanidad adelantar la segunda dosis de recuerdo a las personas mayores de 80 años y residentes de centros sociosanitarios, una propuesta que está siendo valorada por la Ponencia Técnicas de Vacunas.
En este sentido, las autoridades sanitarias han insistido en la importancia de que se vacunen quienes todavía no lo hayan hecho o estén pendientes de completar la pauta o dosis de recuerdo, en particular los menores de 40 años, en las que la cobertura vacunal es menor que en el resto y han recordado que también está a disposición el fármaco Novavax para quienes hayan tenido una reacción alérgica con la primera dosis o no desee recibir las de ARN mensajero.
El Servicio de Salud (SESPA) ha trasladado además a la red de hospitales públicos de la región la posibilidad de que, de forma autónoma, adopten la decisión de recuperar la realización de cribados previos al ingreso para proteger a pacientes vulnerables y evitar brotes en estos centros.
Asturias entró en situación de riesgo alto el pasado domingo al superar el límite fijado dos de los seis indicadores en los que se basa esa clasificación -los relativos a ingresos hospitalarios generales (no UCIs)-, los datos de las últimas 24 horas parecen apuntar a una bajada de la curva epidémica pese a las recientes jornadas festivas de Semana Santa, según ha indicado Margolles.
Además, el Principado se integrará el lunes en el Sistema Nacional de Vigilancia de Infección de Respiración Agudas, que permitirá recoger datos de todos los médicos de Atención Primaria de la red pública para obtener un indicador de la tendencia de casos leves en la población general.