En estos tiempos de acusada crisis económica y sanitaria las buenas noticias escasean, pero siempre hay un hueco para ellas. Por ejemplo, esta. A primeras horas de la tarde de este martes 21 de abril, los habitantes del riosellano barrio de Los Porqueros daban la bienvenida a su nuevo vecino, Miguel, el primogénito de Cristina Escudero y Diego Suárez, venido al mundo en la madrugada de ayer. Una enorme pancarta de bienvenida, adornada con globos, corazones, arcoíris y hasta una embarcación K3, sirvió de recepción y recibimiento. La celebración, los besos y los abrazos tendrán que esperar al fin del confinamiento.
Un período de aislamiento sanitario que el canoísta de La Cultural está dedicando a su trabajo en el Lavadero de Minersa y al entrenamiento indor que le permite su vivienda de Los Porqueros. “Me apañé para hacer ejercicio en casa y un poco de deporte todos los días por mantener algo la forma porque creo que es muy complicado que este año vuelva la alta competición”, afirmó.
Es mas, ve muy difícil que pueda celebrarse el Descenso Internacional del Sella. “Yo creo que no se va a celebrar porque son muchas cosas y todo dependerá de lo que digan la Federación Española de Piragüismo y el Gobierno del Estado”, vaticinó. Ahora bien, tampoco descarta que se opte por una vía alternativa. Olvidarse de la Fiesta de les Piragües, organizando un Descenso del Sella pero solo con rango nacional. “A mi, personalmente no me gustaría, aunque creo que al final se va suspender todo, Sanfermines, conciertos, eventos en los que se aglomere mucha gente, aunque uno siempre tiene la esperanza de que su fiesta no se cancele”, añadió el cuatro veces Campeón del Sella en C1.
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