El parlamento asturiano se ha llenado este lunes de versos para celebrar el Día Mundial de la Poesía con un acto que ha contado con la presencia de las primeras autoridades regionales, poetas, músicos, artistas y escolares y en el que ha estado muy presente la invasión de Ucrania, las llamadas a la paz y la esperanza o las condenas a la guerra.
Ochenta representantes de todos los ámbitos de la sociedad y siete niños del colegio público Río Sella (Arriondas) han ocupado sucesivamente el atril instalado en la escalinata central de la Junta General del Principado para leer versos de poetas de todo el mundo, algunos de ellos, en asturiano y eo-naviego, y uno de ellos, también en ucraniano.
El encargado de poner voz a éste último, fue el director artístico Yuri Nasushikin, profesor del Conservatorio Superior del Principado e impulsor de la Escuela de Música de la Fundación Princesa de Asturias que reside en esta región desde hace más de 30 años y que ha reclamado la unión de los colores de ambas banderas, del arte y de los corazones.
Previamente, el presidente de la Junta General, Marcelino Marcos Líndez, había recordado cómo Pablo Neruda definía a la poesía «como un acto de paz» y, tras resaltar la importancia de esa palabra en los tiempos que vivimos, ha reconocido la labor de los poetas a la hora de mejorar la humanidad y ser el espejo en el que mirarse «para ser más luminosos, expresivos y estar más vivos».
Marcos Líndez ha aprovechado también su intervención para agradecer al impulsor de los Premios Príncipe de Asturias -hoy Princesa de Asturias-, Graciano García, que se haya planteado hacer de Asturias la capital mundial de la poesía.
«No renuncies a los sueños por ser sueños porque todos pueden ser realidad si el sueño no se acaba», como decía Pedro Salinas, han sido las primeras palabras de Graciano García antes de asegurar que quiere que Asturias sea capital de la poesía y que por eso hoy han tañido las campanas de Covadonga, y se han celebrado centenares de actos a lo largo de toda la geografía regional.
Para el periodista, poeta, editor y exdirector de la Fundación que vio nacer, lo importante no es quién tiene una idea, sino quién tiene el valor de apoyarla, como lo han hecho con su proyecto poético el rey Felipe, el presidente del Principado, Adrián Barbón -«fue la primera persona que me apoyó»- o el alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli, «que siempre ha apoyado con el entusiasmo y la discreción habitual de esta ciudad tan comprometida con la cultura».
«La gran pregunta es ¿todo esto para qué?, pues para unirnos, para que domine ese tiempo tan devastador, frágil e incierto», ha añadido tras asegurar que al mundo «le faltan versos y fraternidad y le sobra violencia, terrorismo y dolor».
Barbón, que se decantó por leer unos versos en asturiano de la consejera de Cultura, Berta Piñán, ha asegurado que hay cosas que solo la mirada de los poetas son capaces de ver y compartir y que en un día como éste pueden hacer también reflexionar sobre los errores que se cometen en la sociedad y servir para reivindicar la paz y mostrar la oposición a la invasión ilegal de Ucrania.
El alcalde de la capital asturiana ha aprovechado para recordar que hoy se ha reconocido con la colocación de sendas placas a dos de los grandes poetas que ha dado la ciudad, Antonio Gamoneda y José García Nieto, de quien ha leído unos versos.
La directora de la Fundación Princesa de Asturias, Teresa Sanjurjo, que se inclinó por Albert Camus; la consejera de Cultura, que lo hizo por Alejandro Fernández Osorio; y el rector de la Universidad, Ignacio Villaverde, también han tomado la palabra junto a mandos policiales y de las fuerzas armadas, diputados regionales y artistas.
También lo hicieron el secretario general de UGT, Javier Fernández Lanero, que ha leído un poema de José Cabezudo: «Declaro la guerra», con el que ha querido condenar las pretensiones imperialistas y la guerra, y la de la patronal asturiana, María Calvo, otro de Gloria Fuertes, «Sólo tres letras», en defensa de la paz.
Poetas como Xuan Xosé Sánchez Vicente o José Luis García Martín también han tomado la palabra en un acto en el que el mundo del deporte ha estado representado por la medallista olímpica Ángela Pumariega, y por el entrenador del Oviedo, José Ángel Zidanga.