Nueve orejas ha sido el balance artístico del festejo taurino celebrado este sábado en Benia de Onís en el que el rejonedor Andy Cartagena, el matador Isaac Fonseca y el novillero Daniel Medina salieron a hombros en una tarde en la que volvió a pedirse libertad para la tauromaquia en Asturias.
La tauromaquia volvió a latir este sábado en Asturias con una tarde tildada de «histórica» por ser la única de toros que se va a celebrar en el Principado en todo el año, y que ha tenido lugar en el marco de Benia de Onís, en pleno corazón de los Picos de Europa.
La tarde tuvo su expectación, con cerca de 2.000 espectadores ocupando una de las 3.000 localidades que disponía la plaza portátil instalada en pleno centro de la capital del municipio oriental.
Abrió la tarde el rejoneador Andy Cartagena con una faena entonada y muy variada ante un manejable ejemplar de Bohórquez. El alicantino causó sensación con sus galopes de costado, banderillas «al violín» y un amplio repertorio de «efectos especiales». Cortó una oreja tras un rejón trasero y un golpe de descabello. Igual de explosivo se mostró Andy con el buen cuarto, con el que volvió a destacar en los adornos y preparativos, además de un par a dos manos y un final con las cortas de alto voltaje. Rejón a la primera y dos orejas para él.
Isaac Fonseca fue un auténtico huracán en su primero, al que recibió con una larga cambiada, verónicas y chicuelinas. Tras brindar al empresario y al alcalde de Benia de Onís, José Manuel Abeledo, el mexicano se echó de rodillas para iniciar una faena cargada de entrega y firmeza, fundamentada en la mano diestra y aderezada con pasajes también de tremendo valor. Al final resultó volteado de manera aparatosa mientras cerraba su actuación por ayudados por alto. Se rehízo Fonseca para agarrar una certera estocada y cortar dos orejas.
Y otras dos más paseó el joven azteca por otra faena en la que puso toda la carne en el asador, destacando nuevamente con su variedad capotera y con los arrestos que volvió a demostrar en la muleta, aunque esta vez brilló más en el toreo al natural. Manoletinas finales y gran estocada, y doble trofeo para él.
Daniel Medina anduvo animoso frente a su primero, al que toreó más asentado y con mejor porte por el pitón izquierdo en una faena premiada con una oreja. Y otra más paseó del sexto y último por una faena en la que volvió a estar en novillero para completar así una tarde triunfal e histórica en Benia de Onís.
El año pasado se intentó en Cangas de Onís, con una novillada enmarcada en el Circuito del Norte de la Fundación Toro de Lidia, pero no se pudo celebrar al ser paralizada por la Confederación Hidrográfica del Cantábrico. En una decisión mas que discutible, esta denegó los permisos al ubicar la plaza en una finca inundaba. Este año se ha conseguido en Benia, donde la empresa Tudanca Toros ha organizado un festejo mixto.
La organización de este evento en Benia de Onís trajo consigo las críticas de los antitaurinos y animalistas que, a través de un portal de internet, recogieron 49.707 firmas digitales reclamando su suspensión.