La Cámara de Comercio de Oviedo y la Asociación Asturiana de la Empresa Familiar (AEFAS) celebraron ayer en Ribadesella una jornada en la que se han analizado las principales cuestiones que deben tener en cuenta las empresas familiares asturianas para consolidar y apuntalar su modelo de negocio y garantizar su continuidad. Entre ellas, la sucesión en la compañía familiar o la profesionalización de esta. Los ponentes abordaron los “complejos retos” a los que se enfrenta la empresa familiar asturiana para dar continuidad a su negocio en “un ejercicio de heroicidad y valentía”.
De este modo, el empresario llanisco, José Alberto Concha, gerente de Promociones Turísticas Montemar, transmitió a los asistentes la belleza de trabajar en un sector que dispensa felicidad a sus clientes. Concha destacó que “las empresas familiares desean perpetuar en sus hijos y nietos una vocación, un ADN empresarial, pero señaló que mantener una empresa supone un gran esfuerzo, no es tarea fácil. Los empresarios familiares son unos verdaderos héroes y deberían de tener esa consideración social”. Asimismo, solicitó más compromiso por parte de la administración y que se cuide a la empresa familiar.
Por su parte, Mario de Gandarillas, socio de empresa familiar, destacó la importancia de alcanzar acuerdos en el seno de la empresa familiar a la hora de abordar un proceso de sucesión. “Debe haber entendimiento entre el fundador y las siguientes generaciones para abordar este proceso que siempre es complejo. Llegar a un consenso y delimitar el papel de cada miembro de la familia es fundamental para garantizar el futuro de la compañía”, afirmó.
Y José María Salazar, presidente de AEFAS, manifestó durante la presentación de la jornada que “mantener actualmente una empresa y conducirla al crecimiento es una tarea muy compleja. Hay muchos aspectos a tener en cuenta en este proceso como la existencia de una competencia globalizada, la modernización tecnológica permanente, enormes fluctuaciones en los precios, entre otros. Pero estas cuestiones son sólo una parte de las dificultades a las que se enfrentan las empresas familiares. El hecho de que en una empresa coincida el negocio, la propiedad y la familia hace que haya de gestionarla de forma singular”.
El acto contó con la participación de Carlos Paniceres, presidente de la Cámara de Comercio de Oviedo y Ramón Canal, alcalde de Ribadesella, institución municipal que colaboraba en la jornada junto a la firma Vaciero.