El Gobierno asturiano firmará un protocolo general de actuación con el Ayuntamiento de Piloña, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad de Oviedo para garantizar la continuidad de las investigaciones que se llevan a cabo en la cueva de El Sidrón.
El protocolo tendrá una vigencia de cuatro años a partir de su firma para contribuir a la protección y conservación de la cueva y su entorno, catalogada como Bien de Interés Cultural (BIC), en un yacimiento convertido desde hace dos décadas en una referencia internacional en el estudio paleontológico sobre los neandertales.
El consejero de Educación y Cultura, Genaro Alonso, ha informado en la reunión que este miércoles ha celebrado el Consejo de Gobierno de la futura firma de un acuerdo que busca un mejor conocimiento y conservación del yacimiento, que cuenta con colección más completa de restos humanos neandertales de la península Ibérica.
Así, el protocolo facilitará los permisos de estudio de los materiales antropológicos y favorecer los trabajos de investigación, restauración y conservación de los fósiles neandertales en el CSIC y en la Universidad de Oviedo además de promover actividades docentes que faciliten la extensión del conocimiento adquirido.
El objetivo es también impulsar eventos y encuentros científicos que contribuyan al intercambio de resultados, opiniones y propuestas, así como al desarrollo del conocimiento científico y fomentar la difusión de los conocimientos y resultados de las investigaciones relacionadas genéricamente con el paleolítico.
Además, prevé promocionar el concejo de Piloña mediante iniciativas de turismo cultural y ocio con el asesoramiento de los investigadores de la Universidad de Oviedo y del CSIC.
Las investigación en El Sidrón han sacado a la luz una extraordinaria muestra de fósiles que ha permitido hitos como determinar que, aunque no fue el único factor, la endogamia jugó un papel fundamental en la extinción de esta especie.
También se ha constatado que poseían una corteza visual primaria más extensa que la del Homo sapiens, lo que también podría suponer «una mayor agudeza visual», y que el tórax de los neandertales era considerablemente más amplio en la parte inferior que el del Homo sapiens, lo que le permitía inhalar más oxígeno.
Además se ha conocido que neandertales y Homo sapiens no sólo compartieron hábitats y modos de vida que esa especie inteligente, extinguida hace 40.000 años, tenía un patrón de crecimiento en sus niños muy similar al de los humanos modernos.
El Sidrón también ha revelado que humanos y neandertales -que practicaron enterramientos y desarrollaron «un cierto mundo simbólico» sobre cuestiones que trascendían al individuo- se cruzaron al menos en dos grandes momentos y lograron reproducirse, pero con dificultades al existir incompatibilidades genéticas.
El protocolo prevé la creación de una comisión de seguimiento en la que estarán representadas las cuatro partes firmantes de forma que, por parte de la Consejería de Educación y Cultura, formará parte el arqueólogo de la Dirección General de Patrimonio Cultural, Cesar García de Castro, así como el alcalde de Piloña, Iván Allende.
De dicho órgano formarán parte también el biólogo y paleoantropólogo Antonio Rosas por parte del CSIC y, en representación de la Universidad de Oviedo, el prehistoriador y arqueólogo Marco de la Rasilla.