
El calendario de obras anunciado por el Ministerio de Transportes para retomar la ampliación del puente de Ribadesella ha sentado como “un jarro de agua fría” a muchos riosellanos. Entre ellos, la concejala de Foro Asturias y teniente alcalde, María José Bode.
Después de largos años de espera por un puente nuevo que nunca llegará, después de aceptar la reforma y ampliación del viejo viaducto como única solución posible y después de acumular año y medio de retraso en su ejecución, “no pueden venir ahora a plantearnos quince semanas de cierre total y de incomunicación entre las dos partes del concejo”, censuró.
Bode considera que el Ayuntamiento debe buscar soluciones y anunció que el equipo de Gobierno del que forma parte “está en esa tesitura”. “Habrá que hablar con Delegación del Gobierno o con quien corresponda para enfocar las obras de otra forma, porque debería de haber soluciones más allá de cortar todo el tráfico rodado. Sabemos que la última decisión es del Ministerio, pero necesitamos forzar la situación por las buenas”, añadió.
Tanto la concejala de Foro Asturias como la inmensa mayoría de los riosellanos con los que se cruza por la calle saben que el cierre total del puente para la circulación de vehículos entre septiembre y diciembre podría alargarse en el tiempo, “porque yo no conozco ninguna obra que haya finalizado a tiempo”.
Ese cierre obligará a realizar continuos rodeos por la Autovía del Cantábrico (A-8) entre los enlaces de Lloviu y El Carmen-Pandu, afectando a toda la población y a todos los servicios públicos y privados. “Me parece algo tremendo, porque nos va a trastocar la vida a todos mucho más de lo que teníamos previsto en un principio.
Según la información que la Delegada del Gobierno le transmitió al alcalde durante el encuentro que ambos mantuvieron el pasado martes, las obras de reforma y ampliación del puente (7,5 millones) se reanudarán en marzo de 2025, se paralizarán durante los meses de julio, agosto y primera quincena de septiembre debido a la afluencia turística y a partir de la segunda quincena del noveno mes del año se cerrará al tráfico rodado de vehículos durante quince semana, hasta finales de año, permitiendo el paso peatonal de lunes a viernes.
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