La Asociación de Vecinos de la Zona Rural de Ribadesella ha mostrado su satisfacción con la repoblación que el Principado está llevando a cabo en la Cuesta de Moru pero lamenta que el proyecto no haya incluido una franja vegetal autóctona en su falda.
El proyecto prevé la plantación de 21.000 pinos en unas 18 Has de monte pero ni un solo árbol autóctono, algo que sería necesario para conservar el ecosistema y reducir los efectos del fuego. “Está comprobado que las masas forestales de castaño, roble o abedul hacen de cortafuegos y sería necesario contar con una franja autóctona en la parte baja de la Cuesta de Moru”, aseguró Angel Somoano.
No obstante, este vecino, miembro de la junta directiva de la asociación, agradeció el proyecto que se está ejecutando en el monte y en el que ya se pueden ver los primeros plantones de Pinus Pinaster “porque tal y como estaba, quemando cada dos por tres, nunca llegaba a criar una capa de protección sobre la tierra”. Los trabajos finalizarán a lo largo de este mes de octubre y la plantación es la primera que se realiza en los últimos 80 años.
“La última plantación se realizó en los años cuarenta y se cortó en los 70 del siglo pasado y recuerdo que la corta sirvió para construir la carretera de Nocéu o instalar el alumbrado en Sardéu y Calabrez”, afirmó Somoano. Aún así, si la repoblación actual se complementara con especies autóctonas también permitiría el aprovechamiento de sus frutos y de los restos que dejan para la elaboración de pelet para las calefacciones.