El riosellano barrio de La Cuesta vuelve a ser noticia porque el Ayuntamiento lo está utilizando como banco de pruebas físicas. Al tratarse de la calle con mayor pendiente de esta villa, el servicio de obras ha aplicado en el vial de La Cuesta una capa antideslizante con la que se busca mejorar la adherencia del pavimento y la seguridad de vehículos y peatones.
Según explicó el concejal de obras, Alejandro Alonso, se trata de una “resina acrílica con antideslizante que lleva un mortero con una granulometría muy pequeña que hace mejorar el agarre de la superficie al quedar como una lija y puede utilizarse tanto para tráfico rodado como peatonal”. Se optó por hacer la prueba en La Cuesta porque “el pavimento está en buen estado”.
La capa se extendió el pasado jueves y fue necesario mantener cortado el acceso rodado a La Cuesta durante todo el fin de semana “ya que la resina necesita de unos tiempos de secado y curación”. La calle se abrió este lunes y las reacciones iniciales son “muy buenas, parece que tiene buen agarre, pero hay que ver cómo reacciona durante los días de lluvia”.
Si el resultado es satisfactorio la misma resina se aplicará en otras calles del casco urbano de similares características, con fuerte pendiente. Entre ellas, la calle Fonte del Cai que sube desde Villar y Valle hasta el aparcamiento y cancha deportiva de La Atalaya o la que comunica la calle Reverendo Alfonso Covián con Villar y Valle en el lateral derecho del templo parroquial. Si al final se acomete en esta última vía, “habrá que cambiar el pavimento, actualmente con adoquines”, añadió Alonso.