
En el mes de abril pasado, Rosa Rojo Asprón cumplía 83 años de edad en su residencia de Serviella. Esta oniense tiene sobre sus espaldas una larga experiencia como pastora en las majadas de los Picos de Europa. Prácticamente se crio en el puertu. Nació el 1 de abril de 1939 y “ese año ya me subió mi madre al puertu y ya mamé allá la leche”, al igual que hizo ella con parte de sus seis hijos.
A los nueve años Rosa ya pastoreaba sola por la majada de Vegamaor, donde sus padres tenían cabras, ovejas y vacas. “No parabas un momento. Había que levantarse a las cinco de la mañana a extremar a los corderos y cabritos para que no mamaran y poder mecer la leche para hacer el queso”, explicó. Allí estuvo hasta los veinte años, cuando contrajo matrimonio con José Ramón Tomás del Collado.
Una vez casada se trasladaron a la majada de Camplengo el Vieyu, aunque también tuvieron tiempo para la emigración. Su marido se marchó a Alemania y luego se fue Rosa. Allí estuvo dos años y medio, “pero decidimos volver a las raíces y a las costumbres de aquí, al ganado y la vida de siempre”.
Una vida “muy dura”. Cada verano había que subir el ganado al puertu con la familia a cuestas. Junto a ella, su marido y Carmen, su primera hija, “que aún no tenía el año cuando subió”. Después llegaron los gemelos y mas tarde Rosita, que también se crió en el puertu. Subían en junio y bajaban a mediados de agosto, “meciendo bajo la lluvia en una cuerria, lavando en una riega y tendiendo la ropa entre unas estacas, a la vez que elaborábamos queso y lo curábamos en la cabaña”, recuerda.
En aquella época, en los años 60 y 70 del siglo pasado, no tenían las comodidades de ahora, pero tampoco había lobos. En ese sentido, “las cosas están mucho peor hoy en día”. De hecho, de las catorce familias de pastores que subían por entonces al puertu, “ahora solo quedan dos, dos majadas con dos pastores”. Entre los lobos y las plantaciones de pinos acabaron echando a la gente. Muchos emigraron.
Después de esta vida tan intensa, Rosa Rojo Asprón recibirá el próximo domingo el Premio Gamonéu 2022. Un galardón bien merecido que recogerá durante el acto central del 42º Certamen del Queso Gamonéu que el domingo 23 se celebra en Benia de Onís.