Los altos coeficientes de marea registrados a lo largo de esta semana han dejado al descubierto el grave problema de calado existente en el puerto de Ribadesella, donde hasta una minúscula piragua puede quedar encallada en el centro de la ría. Para muestra, las fotografías que acompañan esta noticia, donde los sedimentos que se acumulan en torno a la escollera de protección del puerto deportivo siguen creciendo al igual que el silo que de nuevo se está formando en el centro de la ría. Sedimentos que solo sirven para dejar enraizados los troncos y raigones que arrastra el río Sella.
La Cofradía de Pescadores Virgen de Guía de Ribadesella lleva años reclamando un nuevo dragado. En abril de 2017 ya se hablaba de un calado de tan solo 80 cm en las bajamares con coeficientes superiores a 100, los mismos que se han respirado esta semana en fase de Luna Nueva. La situación va de mal en peor y los armadores temen que llegue el día en el que tampoco puedan salir ni entrar por la barra del puerto.
Los dos últimos dragados ejecutados en el puerto de Ribadesella se remontan a los años 2013 y 2014. En ambas ocasiones se utilizó maquinaria pesada desde tierra y el resultado fue excelente. Sin embargo, al carecer de un necesario mantenimiento, el calado del puerto ha empeorado de nuevo.
