
Con la muerte de un senderista en la Ruta del Cares en la jornada de ayer ya son tres las personas que en la última semana han perdido la vida en los Picos de Europa.
El primero de los fallecidos fue un acreditado escalador y montañero vasco que sufrió una dura caída en la cara oeste del Urriellu. El segundo, un conocido senderista gijonés que este fin de semana se caía por una canal de Tielve. Y el tercero es este senderista cordobés, de 46 años de edad, que en la tarde ayer sufrió una caída de unos 50 m cuando realizaba la Ruta del Cares, muy cerca del puente de Los Rebecos, en la provincia de León.
Estamos hablando de tres muertes que, según los expertos y conocedores de Los Picos, forman parte de la normalidad. “Todos fueron muy seguidos y en el entorno del macizo central, pero es algo normal. Es preocupante, pero al cabo del año las estadísticas siempre son parecidas. Hay mucha gente en la montaña y tiene que haber accidentes”, afirmó Tomás Fernández, guarda del refugio del Urriellu. Este experimentado montañero reconoció que una sola pérdida “ya es bastante”, pero las estadísticas nos dicen que “no es mucho”.
La Ruta del Cares recibe todos los años más de 300.000 personas y suele tener accidentes. El resto del macizo siete rutas “duras y largas” en las que, además de su exigencia física, pueden venir acompañadas o por mucho calor o por frío y mal tiempo. Y si se mete la niebla y te pierdes, lo más prudente es pararte y llamar si tienes cobertura”.
Tomás Fernández aseguró que este último verano ha sido “el peor de los últimos siete años en la alta montaña, con un mes de junio regular, un mes de julio fatal, un agosto excepcional y septiembre razonablemente bien, pero en general con una afluencia menor de gente”.
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