Los incendios forestales siguen marcando la actualidad asturiana en esta tercera semana del mes de agosto. Esta mañana están activos ocho incendios, cuatro en el oriente, el de Camarmeña (Cabrales) y tres en el concejo de Ponga (Taranes, Arcenorio/LaUña y Valle del Moro). Ponga tiene otro estabilizado en Puerto Sus.
Además, el Principado mira con preocupación el avance del gran incendio desatado en Posada de Valdeón, que ha obligado a evacuar varios núcleos rurales. También se tienen los ojos puestos en el que está activo en Arcenorio, que viene del gran incendio registrado en La Uña.
Aunque en este espacio, las previsiones meteorológicas son muy favorables ya que se espera la entrada de más lluvia durante la tarde, el Principado está dispuesto a prestar apoyo en su extinción dada la proximidad.
Los incendios en este espacio del Oriente de Asturias han llevado a cerrar, por precaución, los accesos a los Lagos de Covadonga y a Bulnes por tercer día consecutivo, al igual que ya hace días se hizo con la ruta del Cares, por desprendimientos de piedras derivados de un incendio en la zona.
Además, el Parque Nacional de los Picos de Europa ha suspendido las rutas guiadas en las tres vertientes de este espacio protegido y ha anunciado que mantendrá cerrados los centros de recepción de visitantes de Los Lagos y Valdeón hasta nuevo aviso.
LLUVIAS.- Por suerte, la lluvia está ayudando a combatir estos fuegos como ya ha ocurrido en el incendio registrado en el Jou de la Llomba del concejo de Onís. Según explicó Aurelio Fernández, vecino de Onís, la lluvia empezó a caer ayer y continuaba esta mañana en forma de orbayu. “Estamos en manos de la naturaleza, de la climatología. La misma que la prendió, porque fue un rayo, la está apagando con la lluvia. Lo mismo que nos da nos quita”, afirmó.
Este vecino lamentó que en las últimas décadas se haya “criminalizado la quema matu a matu”, el control y la gestión del puertu fuera del verano. A cambio, se ha optado por el “abandono” dejando que el matorral ocupe el 70% del territorio. “Pero aquí nadie asume responsabilidades. Llevamos advirtiendo desde hace años que el monte es un polvorín, pero los políticos no nos hacen caso, nos toman como paletos. No se ocupan de nada, no hacen cortafuegos, ni desbroces, ni crean balsas de agua que hubieran venido muy bien para apagar estos incendios”, explicó. Los ganaderos de Onís llevan años reclamando balsas en Vega Maor o en Ariu, “pero parece que prefieren dejar que queme el puertu, aquí nadie va a dimitir y acaba´´an echándonos la culpa a nosotros”, añadió Aurelio Fernández.
Esta vez, las llamas no han llegado a los municipios costeros, pero sí el hollín y la ceniza, además de ese color sepia que el humo y las altas temperaturas han dejado por toda la comarca. Una densa atmósfera que invade el territorio y que ha situado la calidad del aire en niveles muy desfavorables. Por suerte, en las últimas horas ha mejorado sensiblemente.
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