Tras el Domingo de Ramos celebrado hace cinco días, la Semana Santa riosellana vive este viernes su día más grande. Hoy se ha conmemorado la Muerte del Señor con la rememoración del Vía Crucis en el templo parroquial y la posterior procesión por las calles de la villa. Esta pudo celebrarse gracias a la tregua meteorológica vivida cuando el reloj se acercaba a las nueve y media de la noche.
Nada más concluir se levantó un fuerte viento que de llegar unos minutos antes la habría arruinado. Pero al final, todos los pasos, incluido el infantil, pudieron procesionar con normalidad acompañados por cientos de feligreses, muchos de ellos con la luz de Cristo en sus manos, la luz de la esperanza, la purificación y la renovación del espíritu.
Mañana es Sábado Santo, día reservado para la Solemne Vigilia Pascual (20:00h) y el domingo 20, Domingo de Pascua, a las doce del mediodía se celebra la misa de Resurrección que pondrá punto final a las celebraciones de este año.

La Cofradía del Nazareno sale del templo parroquial