Un día mas, y ya van cuatro, seguimos, recluidos en los estudios que la Cadena COPE tiene en el concejo de Ribadesella contando historias vinculadas a esta extraordinaria situación que nos ha tocado vivir como consecuencia de un microrganismo que se ha metido en nuestros pueblos, hogares e incluso cuerpos.
Este confinamiento obligatorio se soporta de distinta manera en función del modelo de la unidad familiar al que pertenezcamos. No es lo mismo una familia con hijos que otra sin ellos. Pues imagínense a una familia con menores que presentan algún tipo de discapacidad como autismo o asperger. La convivencia en el seno de estas familias puede estallar por los aires en cualquier momento del día.
Para abordar este asunto, hoy estuvo con nosotros la responsable de la Asociación Alienta, la psicóloga llanisca Alba Romero, dando visibilidad a unos colectivos en las que las inquietudes se multiplican por diez. “Si a la discapacidad le unimos la incapacidad para comunicarse, el problema se agudiza”, señaló. Al perder la rutina diaria a la que están acostumbrados, no comprenden el cambio que se ha originado en sus vidas, aparece la ansiedad. “Como esta es muy difícil de canalizar, suele transformarse en agresividad, en conductas violentas tanto hacia la familia como hacia la propia persona, llegando a autolesionarse”, explicó Romero.
Para evitar que este “coctel molotov” explote, la Asociación Alienta pide comprensión estatal hacia estas familias flexibilizando la orden de confinamiento existente sobre el conjunto de la nación. “Estas familias necesitan tener un poco de libertad a la hora de salir de casa sin que nadie les pare o llame la atención. Necesitan salir de sus cuatro paredes y según los casos, acompañados por dos personas en lugar de una”, reclamó.