
Tras la denuncia realizada el pasado viernes por el Partido Socialista, hoy hemos conocido que el Ayuntamiento de Llanes ha reconocido su error por excluir inicialmente a la infancia con discapacidad del Campamento de Navidad y ha rectificado. Al menos así lo afirma en un comunicado la Asociación Alienta, colectivo que trabaja en el concejo con todo tipo de personas con necesidades especiales. La asociación entiende que la decisión municipal es «un paso positivo hacia la inclusión» y espera que este avance «se traduzca en un compromiso continuo, reflejado en las políticas, los procedimientos y las actitudes de quienes diseñan y gestionan estos programas».
Alienta considera que la exclusión de la infancia con discapacidad de la posibilidad de participar en campamentos es una medida que «vulnera derechos fundamentales» ya que ese tipo de espacios «no solo son escenarios de aprendizaje, sino también entornos donde se forjan amistades, se potencian habilidades sociales y se adquieren
experiencias vitales que contribuyen al desarrollo integral de los niños y niñas».
Así, la exigencia de que todos los menores sean “autónomos y autosuficientes” para ser admitidos en el campus «supone un obstáculo discriminatorio que ignora las necesidades y capacidades diversas de la infancia con discapacidad. Es crucial comprender que la autonomía no es un concepto absoluto, sino relativo: un niño o niña con discapacidad puede ser perfectamente autónomo si cuenta con el apoyo adecuado».
Y añade que la inclusión de la infancia con discapacidad en campamentos urbanos no solo beneficia a estos niños
y niñas, sino también al conjunto de participantes. «La convivencia con compañeros diversos promueve valores como la empatía, el respeto y la cooperación, esenciales para construir una sociedad más equitativa y solidaria», afirma Alienta en el mismo comunicado.
Y añade que «convertir los espacios de ocio en entornos inclusivos no es solo un acto de justicia, sino una inversión en un futuro donde la diversidad sea reconocida como una fortaleza, y no como una barrera». Por ese motivo, la misión de Alienta pasa por «facilitar, adaptar y fomentar espacios de ocio, deportivos, culturales y comunitarios en el Oriente de Asturias». Y no solo se dedica a atender a infancia y juventud con discapacidad, sino que promueve su integración e inclusión en las actividades que organiza, diseñadas para garantizar la participación de todos los niños, niñas y jóvenes, independientemente de sus capacidades o condiciones.
En conclusión, Alienta propone una serie de medidas para garantizar una inclusión real en el concejo de Llanes. Desde establecer medidas de apoyo a los menores que las requiera hasta capacitar al personal responsable de la gestión, organización y ejecución de los campamentos.
Pide también colaborar con expertos en inclusión y con las familias de niños y niñas con discapacidad, implementar políticas de supervisión y evaluación, además de fomentar la sensibilización social.
Eso está bien: vamos a hacer que todos sean iguales, lo que ya hacía Procustes con su cama. Los que puedan hacer, que rebajen sus expectativas para que los que no puedan hacer no se sientan diferentes y nunca acepten que lo son. Construyamos un mundo reducido. Vamos a ponernos todos a la altura de los diferentes… Rebajemos también las exigencias del nivel educativo. El PSOE y sus complejos nos llevan a un mundo donde el diferente nunca luche por adaptarse y superarse. Los que somos diferentes siempre nos hemos caracterizado por nuestro espíritu de lucha. Ahora hasta eso nos quitan estos tarados de la izquierda más casposa.
En mi opinión deberían existir dos campamentos, con diferentes monitores. Apuesto a que el campamento de los diferentes iba a ser el más participativo. Sin embargo, con esta medida habrá actividades que no se hagan para los que puedan disfrutar de ellas. Y eso tampoco es justo… Igualdad NO ES justicia.