El proyecto Experiencias Ecoturismo Científico en España (EECE) ha unido a seis fundaciones especializadas en la conservación de la biodiversidad para que los visitantes puedan conocer de primera mano el éxito de sus trabajos. Esta ha sido una de las iniciativas aprobadas por la Secretaría de Estado de Turismo en el marco del programa Experiencias Turismo España.
La misma es fruto de la cooperación de la Fundación Oso Pardo, Fundación Aquila, Fundación CBD Habitat, Fundación Global Nature, Fundación Naturaleza y Hombre y Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos que se encargará de la coordinación. El proyecto, que se extenderá hasta finales de 2023, está dotado con un presupuesto de 401.020 euros que financia el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.
Se trata de la primera vez que estas fundaciones se unen para desarrollar un proyecto pionero a favor del producto ecoturismo, que está en constante crecimiento en nuestro país y a nivel internacional. La novedad estriba en los actores que formarán parte de cada experiencia, desde los científicos que trabajan con las principales especies de fauna ibérica, hasta empresas de servicios turísticos locales -empresas de ecoturismo y alojamientos fundamentalmente-, que se vincularan a las experiencias con la conservación como nexo común.
Los visitantes que las disfruten, no solo conocerán de primera mano las historias de éxito de la conservación de la biodiversidad en España, sino que serán, desde ese momento, partícipes de ellas y prescriptores de las mismas.
Un Red pionera de Ecoturismo Científico.- Se trata de un proyecto pionero e innovador a nivel nacional, que dará como resultado la primera red de experiencias de ecoturismo científico creada en el mundo. Una red piloto que englobará 16 espacios naturales protegidos españoles distribuidos en 9 comunidades autónomas.
Entre ellos, los espacios en los que trabaja la Fundación Quebrantahuesos. Es decir, el Parque Nacional Ordesa y Monte Perdido (Aragón), el Parque Nacional Picos de Europa y el Parque Natural Somiedo (Asturias), la vertiente cántabra del Parque Nacional de Picos de Europa y la ZEC Montaña Oriental (Cantabria).
Además, el Parque Natural Sierra de Andújar, la Zona de Especial Conservación (ZEC) de Andújar-Encinarejo y Despeñaperros-Guarrizas en Andalucía. También la ZEC Montes de Toledo y la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) de Oropesa, Lagartera y Calera y Chozas (Castilla-La Mancha), el Parque Regional Sierra de Gredos, la ZEC Campo de Azaba y la ZEPA Humedales Tierra de Campos (Castilla y León).
El Parc Natural de l’Alt Pirineu (Cataluña), el Parc Natural del Prat de Cabanes-Torreblanca (Comunidad Valenciana) y la Reserva de la Biosfera de Monfragüe (Extremadura).
Se diseñará un mecanismo de contribución a la conservación para que los ingresos aportados por los turistas se reinviertan en investigación y conservación de las especies y sus hábitats, con el objetivo de sensibilizar al turista especializado y al público no especialista, generar empleo local cualificado en el medio rural en despoblación y aportar valor a las empresas turísticas locales que se sumen a las experiencias. Se trata pues de experiencias de genuino ecoturismo.