La Sociedad Etnográfica de Ribadesella no ha faltado a su cita anual con el Festival de la Borona. Este colectivo es un clásico en el evento gastronómico riosellano. Siempre participa aportando algo más que un granito de arena. Hoy lo hizo repartiendo 450 pinchos de chorizo a la sidra en una degustación gratuita en la que incluían un culín de sidra.
Por ese motivo, esta vez el equipo se dividió en dos cuadrillas. En un extremo de la carpa, la sección femenina preparó y repartió los pinchos de chorizo y en el otro, la sección masculina se dedicó a escanciar las diez cajas de sidra adquiridas para la ocasión. Eso sí, por momentos también recibieron el refuerzo de alguna aguerrida escanciadora.
A estas cifras tenemos que unir las cerca de 600 raciones de borona, fruto de las diez bollas preñadas presentadas al concurso, que fueron regaladas por la organización a los centenares de personas que guardaron cola para hacerse con una prueba.
En paralelo, la Etnográfica estuvo vendiendo participaciones para el sorteo de una rosca dulce de Pascua que ganó un matrimonio con segunda residencia en Nueva de Llanes. El ‘sorteo de la lecherina’, así llamada porque las papeletas se iban metiendo en una antigua lechera, les permitió recaudar 296 euros para financiar sus muchas actividades.
Buen momento el de hoy para reconocer una vez más la gran labor que este veterano colectivo viene realizando por la recuperación de las tradiciones del concejo. Hoy complementaron su actuación con una exposición dedicada a la cultura sidrera que ocupó el pasillo central de la carpa instalada en la Plaza Nueva de Ribadesella.
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