La muerte por atropello de Carlos el de Pandu, nombre con el que era conocido Juan Carlos García en su Ribadesella natal, ha dejado abatida a toda la sociedad local. Quienes le conocían saben que han perdido no solo a un buen amigo sino también a “una gran persona que no tenía problemas con nadie”. Así lo cree el presidente de la Sociedad para el Fomento de la Caza de Ribadesella, Javier García Santiago, compañero de directiva y de batidas. El mismo domingo habían cazado juntos y “habíamos estado comiendo con el resto de la cuadrilla, de hecho, estuve con él hasta media hora antes de ese trágico accidente”, añadió. Para los cazadores de Ribadesella, su muerte es “una gran pérdida”.
Quien se encontró con Carlos en el punto kilométrico 12,100 de la AS-341 poco antes de su muerte fue el empresario turístico de Sebreñu, propietario del camping Ribadesella, Chicho López. Se dirigía a su domicilio cuando lo vio “frente a la casa de Perico”, en Los Pandales. Pensó que estaba bajando maletas y “creo recordar que llevaba el chaleco puesto, pero no le di mayor importancia”. Se desvió hacia su casa, situada en ese mismo barrio y poco después le llamó su hijo para informarle de lo que estaba pasando allí mismo. “Me asomé para ver que pasaba, vi lo que había, pero no me acerqué porque creo que no procedía”, añadió Chicho López. Este vecino cree que esa carretera no es peligrosa, “siempre que se respeten las limitaciones de velocidad, aunque la visibilidad a esa hora tampoco era muy buena”.
El alcalde de Ribadesella, Ramón Canal, espera que el debate social no se centre en el ancho de la carretera, en la falta de arcén o en la escasa luminosidad. “En esa discusión no debemos entrar”, aseguró. Canal dijo sentirse “impactado” por un suceso de semejantes características en el que “al conocer a las dos personas implicadas te afecta bastante mas”. El alcalde tenía mas trato con el vecino que conducía el vehículo que le atropelló. A Carlos le conocía “de vista mas que de otra cosa” y cree que todo fue “una desgracia, un accidente desgraciado”.
El funeral de despedida se celebrará mañana martes, 18 de febrero, a las doce del mediodía en la iglesia parroquial de El Carmen (Ribadesella). Los restos mortales del fallecido serán incinerados en el Tanatorio de Gijón. Carlos el de Pandu, estaba casado con María Placer Junco Bulnes, matrimonio del que habían nacido dos hijos, Juan Carlos y Ana García Junco.
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