La Vuelta 2022 fue presentada este jueves en el Palacio Municipal de Congresos del IFEMA, en Madrid, donde se desveló un recorrido fiel a la personalidad de la carrera, pensado para mantener la emoción y dar espectáculo hasta el último kilómetro.
La Vuelta saldrá el viernes 19 de agosto de los Países Bajos, o «país de las bicicletas», concretamente de Utrecht, ciudad que ya lanzó el Giro (2010) y el Tour (2015). De una crono por equipos saldrá el primer líder, quien defenderá la prenda en las siguientes dos etapas en aquel país, propicias para el esprint con meta en Utrecht de nuevo y en Breda. Lazos culturales e históricos en tierras neerlandesas.
Una jornada de descanso llevará al pelotón a España, al País Vasco, para la cuarta etapa entre Vitoria y Laguardia, terreno de media montaña para abrir boca ante la siguiente jornada entre Irún y Bilbao, donde ya esperan 5 puertos con doble subida al Vivero.
El trayecto entre Bilbao y el Pico Jano, en Cantabria (12,6 km al 6 por ciento) descubre el primer final en alto novedoso, una dificultad que ya puede empezar a pasar factura entre los hombres de la general. esta primera semana se cierra en tierras leonesas, en Cistierna, capitulo que incluye el acenso a San Glorio.
La segunda semana tendrá protagonismo asturiano, pero en esta edición no habrá subida ni a Lagos de Covadonga ni al Angliru, pero sí el inédito Collau Foncuaya, en el concejo de Yernes y Tameza, un puerto de 5,7 km al 7,8 por ciento y rampas del 16. Jornada con otros 4 ascensos que acumula 3.300 metros de desnivel, con pasos por La Colladona, La Mozqueta, Santo Emiliano y Tenebredo. Esta será la Etapa 8 entre Pola de Laviana y Collau Foncuaya (154,5 km).
Al día siguiente, el 28 de agosto se disputará la Etapa 9 entre Villaviciosa y Les Praeres de Nava, una etapa de 175,5 km de recorrido que pasará dos veces por Colunga y una por Ribadesella, Cangas de Onís, Arriondas y por el Alto del Fitu.
Según Fernando Escartín es una etapa «durísima» en la que se ascenderán cuatro puertos antes de llegar a Les Praeres, entre ellos el mencionado Alto del Fitu. El final en la cima de Nava «que descubrimos en La Vuelta 18, es un auténtico muro, corto y muy explosivo, cuatro kilómetros que servirán para medir las fuerzas reales de los gallos», añadió el exciclista de Biescas.
Concluida su presencia en Asturias, el pelotón dará un salto espectacular hasta Alicante, donde espera la cita con el reloj. Una etapa cronometrada de 31,1 km llana, de pura fuerza entre Elche y Alicante, un caramelo para los rodadores y un dolor de cabeza para los escaladores, aunque estos aún van a tener numerosas oportunidades de demostrar su dotes en la montaña (Peñas Blancas en Estepona, La Pandera, Sierra Nevada, Monasterio de Tendudía, Alto del Piornal y Navacerrada) antes del fin de fiesta en Madrid.
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