La junta de gobierno del Museo de Bellas Artes de Asturias, reunida bajo la presidencia de la Consejera de Cultura, Política Llingüística y Turismo, Berta Piñán, ha aceptado hoy el legado que Maximino Antonio Blanco del Dago dispuso en favor de la institución. La herencia incluye la llamada Casa del Alemán Roberto Frassinelli en Corao (Cangas de Onís), así como las colecciones de cerámica y relojes, varios dibujos del propio Frassinelli y una pintura de Federico Madrazo. También incorpora la propiedad de la casa de Coraín, con sus huertos, y un bajo situado en Cangas de Onís.
La aceptación del legado de la Casa Frassinelli culmina un proceso de años de conversaciones con María Victoria Blanco del Dago, hermana de Maximino, y trámites legales y administrativos para regularizar la situación registral de las propiedades. La finalidad es que parte de los inmuebles se destinen a un espacio museístico público y accesible en el que se exhiban los fondos artísticos recibidos.
Una vez formalizada la aceptación del legado, Cultura destinará 100.000 euros para que el Museo de Bellas Artes contrate la redacción de los proyectos necesarios para afrontar la rehabilitación y adecuación del inmueble, así como para diseñar el proyecto museográfico y museológico del nuevo espacio.
Maximino Blanco del Dago falleció a los 63 años de edad el 20 de abril de 2012 dejando tras de sí un legado cultural de enorme trascendencia. En ese legado se incluyen miles de piezas de cerámica que fue recopilando a lo largo de su vida y la mejor muestra de los relojes creados por el maestro relojero de Corao, Basilio Sobrecueva. Con todos y cada uno de estos elementos, Maximino inauguró en 1995 el museo de Muñigo, un centro cultural que surgió de la iniciativa privada y que mas tarde tuvo que cerrar por la falta del necesario apoyo institucional.