El Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) celebrará mañana, martes, la vista de apelación a la sentencia por el asesinato del concejal de IU en Llanes Javier Ardines por el que fueron condenados a penas de entre 20 y 22 años de cárcel Pedro N.A. como inductor; Djilali B. y Maamar K. como autores materiales a cambio de dinero, y Jesús M., como intermediario.
Las defensas de los cuatro condenados han solicitado ante el alto tribunal asturiano la revocación de la sentencia y la celebración de un nuevo juicio con un tribunal del jurado y un magistrado diferentes al estimar que se vulneraron sus derechos.
La Audiencia de Oviedo condenó el pasado mes de diciembre a Pedro N.A, que habría planificado el crimen tras conocer que su mujer y el concejal mantenían una relación, a 22 años de prisión, al igual que a los dos ciudadanos argelinos acusados de ejecutar el crimen a cambio de dinero, Djilali B. y Maamar K., mientras que a Jesús M. se le impuso una pena de 20 años como cooperador necesario al atribuirle el papel de intermediario.
Los cuatro acusados, que fueron declarados culpables por unanimidad por un jurado popular tras un juicio que se prolongó durante 18 sesiones, deberán indemnizar además a la viuda y los dos hijos de Ardines con 400.000 euros de forma conjunta y solidaria, según estableció el fallo.
La sentencia declaró acreditado que Pedro N.A. descubrió la relación extramatrimonial de su mujer, a su vez prima segunda de la esposa de Ardines, tras grabarles en diciembre de 2017 una conversación que confirmó sus sospechas y meses después, en julio de 2018, comenzó a urdir un plan para acabar con la vida del edil.
Para ello, Pedro N.A. le hizo el encargo a su amigo Jesús M. que, tras aceptar ayudarle, contactó con Djilali B y los tres viajaron el 27 de julio de 2018 desde Vizcaya, donde todos ellos residían, hasta la parroquia llanisca de Belmonte de Pría, para transmitirle al sicario toda la información sobre la zona y las costumbres y hábitos del concejal, según detalló el fallo.
Tras acordar los preparativos de una emboscada, Djilali B. asumió el encargo y propuso ejecutarlo y repartirse el dinero con su compatriota argelino Maamar K.
Así, el 16 de agosto de 2018, los dos sicarios se trasladaron de nuevo a las inmediaciones de la vivienda de Ardines hacia las cuatro y media de la mañana y colocaron en el camino vecinal tres vallas metálicas de obra para cortar el paso.
Tras ello, se escondieron y esperaron la llegada de Ardines, quien tenía la costumbre de salir muy temprano de casa para ir a faenar con su barco, labor que compatibilizaba con su cargo como concejal de Playas, Personal y Medio Rural.
Ardines se encontró con las vallas sobre las seis y cuarto de la mañana, lo que le obligó a bajar del coche para retirarlas.
En ese momento irrumpieron los dos sicarios, que primero le rociaron con un espray de pimienta para luego golpearle en la cabeza con un bate de béisbol o un palo, y después estrangularle, según detalló la sentencia tras el veredicto del jurado.
El asesinato de Ardines obligó a la Guardia Civil a una larga y compleja investigación que llevó a la detención de los acusados seis meses después del crimen.
Noticias relacionadas
El Jurado Popular considera culpables a los cuatro acusados por el asesinato de Javier Ardines
Fiscalía pide rechazar los recursos de los condenados por asesinar a Javier Ardines
Penas de 20 y 22 años de prisión los condenados por el asesinato de Javier Ardines