El corte de carretera existente en la RS-2 de Ribadesella, entre La Piconera y la curva de Sardalla, tiene los días contados. Este jueves comenzaron las obras para la construcción de una escollera de protección en la zona afectada por el argayu que el 19 de junio pasado sepultó por completo el vial.
Según explicó el concejal de obras y servicios, José Luís Díaz Bermúdez, el muro de protección tendrá unos 25 metros de largo por cuatro de alto y tres de profundidad. Contará también con una zapata de unos dos metros de profundidad. “Estamos hablando de una obra que llevará su tiempo, aunque por fin estamos en ello”, añadió el concejal.
La actuación, ejecutada por vía de urgencia, no llegará a los 60.000 euros de coste y las previsiones que barajan tanto la empresa contratada como el Ayuntamiento de Ribadesella pasan porque “a finales de mes esté casi subsanada”. A partir de ese momento, “si los técnicos lo sugieren y la obra está muy avanzada tal vez se podría hablar de habilitar una parte de la calzada para que se pudiera usar con paso alternativo de vehículos”, añadió Bermúdez. En caso contrario seguiría cerrada hasta el fin de obra.
El concejal también anunció que en breve comenzará la reparación del argayu existente entre Nocéu y Tresmonte, originado durante las lluvias torrenciales del mes de febrero pasado. En este caso el desprendimiento se llevó una parte de la calzada tras el deslizamiento de unos veinte metros ladera abajo hasta la riega procedente de Nocéu. Para su reparación fue necesario llegar a un acuerdo con el propietario del talud colindante para “acometer un ensanchamiento del camino sin desviar demasiado el acceso, por lo tanto esperemos que pronto esté resuelto”.
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