El Ayuntamiento de Ribadesella apelará este verano a la responsabilidad y al sentido común de los usuarios de las playas del concejo, “pero si vemos que se saturan y no se guardan las medidas de distanciamiento, las medidas de seguridad requeridas, nos veremos obligados a cerrarlas”. Así lo dijo el alcalde Ramón Canal este lunes, 15 de junio, en el que se ha puesto en marcha el servicio de salvamento en sus arenales.
El equipo estará formado por 17 personas repartidas entre Santa Marina (10) y Vega (7), aunque el dispositivo diario será de siete socorristas en la primera y cinco en la segunda para respetar los obligados días de descanso de todos ellos. Habrá cuatro jefes de playa y dos patrones de embarcación, además de un coordinador general de todo el equipo de salvamento gestionado por la empresa Gesprin.
La playa de Santa Marina quedará dividida en siete zonas de baño diferenciadas por colores para controlar los aforos y el estacionamiento de pago de la playa de Vega se cerrará todos los días a las 20:30 horas. “Se dará un margen de tiempo para que puedan salir los coches y a partir de ese momento aquellos vehículos que después de ese horario de cierre pretendan utilizar el aparcamiento en horario no autorizado serán sancionados”, dijo el alcalde. De las sanciones y de la vigilancia se encargarán la Policía Local y la Guardia Civil “dependiendo del horario”.
Además, convocada por la Federación Asturiana de Concejos, hoy se ha celebrado otra reunión telemática entre los 19 municipios costeros asturianos y la mayoría de los Ayuntamientos se han mostrado a favor de mantener cerradas las duchas y los lavapiés situados a pie de playa. Según la propuesta, solo se mantendrían abiertos los servicios higiénicos, eso sí, reforzando las labores de limpieza.
Los diecinueve concejos costeros asturianos han pedido a su vez el establecimiento de un protocolo que permita una coordinación «fluida y eficaz» con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad para atender las incidencias que se puedan registrar en las playas este verano. También han defendido que los carteles informativos ubicados en las autovías de la comunidad puedan informar sobre la situación de las playas.
Además, acordaron dirigirse al Gobierno del Principado para insistir en la conveniencia de crear una aplicación informativa sobre el estado de los arenales como «herramienta más útil para su gestión». Asimismo, se ha analizado la situación de los chiringuitos playeros, «donde se requerirán las mismas medidas de seguridad para el sector de la hostelería».
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