Los niños y niñas del campamento inclusivo de la Asociación Alienta, asociación de familiares de niños/as con discapacidad y/o necesidades especiales del Oriente de Asturias, protestan porque el jardín del centro social El Rinconín donde desarrollan su campamento está lleno de excrementos de perros que sus dueños y dueñas no recogen.
Esta es la cuarta edición del campamento inclusivo que la asociación Alienta lleva realizando durante cuatro años en el Centro Social del Rinconín en Llanes. Cuatro años que esta organización lleva luchando para que los dueños y dueñas de los perros que por allí pasean recojan sus excrementos.
El jardín que está justo enfrente del centro social, está lleno de heces caninas, hecho que dificulta realizar actividades, ya que los niños y niñas se manchan continuamente, además es peligroso para aquellos niños y niñas con necesidades especiales y/o discapacidad que se llevan las manos a la boca o que debido a dificultades sensoriales no toleran mancharse u oler esas deposiciones.
Por ello, los y las participantes del campamento han elaborado carteles con mensajes como “El campamento del Rinconín quiere el prau limpín” o “Si tu perro hace caca no queremos pisarla los del campa”, que han colgado en las farolas de las inmediaciones del jardín para sensibilizar a los dueños y dueñas de estos perros, que no recogen sus excrementos.
Además, cabe señalar en el jardín existe una señal en la que se prohíbe la presencia de perros, por lo que estas personas no respetan la normativa vigente. “No nos molestan los perros, pero sí sus excrementos”, clama el colectivo.