La Casa de Cultura de Ribadesella acoge hasta el 29 de junio una exposición que está fascinando a todos cuantos la visitan. Se trata de una colección de 35 dibujos hechos a lápiz por Irene Zaragoza González, una canguesa de nacimiento que ha pasado la mayor parte de su vida en la villa de Ribadesella, donde reside. Esta es su primera exposición en la villa. El año pasado expuso en su ciudad natal, “donde también gustó mucho”.
Su afición por el dibujo le viene “desde cría”, aunque el perfeccionamiento de los trazos lo consiguió en el instituto gracias a Virginia, una profesora de la que mantiene en grato recuerdo porque era “muy buena”. Con los años lo dejó, el trabajo le restaba tiempo para coger el lápiz, hasta que en 2022 decidió retomar esa pasión olvidada asistiendo a clases en el taller de la riosellana Dolores Alvarez.
“Una amiga me regaló unos lápices, me puse al día con el resto de materiales, empecé a dibujar y ví que no se me había olvidado nada”, explicó. Poco a poco fue incrementando la dificultad de los trabajos, hasta que dibujó el detalle de un ojo. “De repente vi que los dibujos me salían solos”, añadió. En la colección hay mascotas, todo tipo de animales salvajes y algunos retratos de personas conocidas. Algunos los coloreó y “se ven super reales, están vivos completamente”.
Suele dibujar todos los días y siempre utiliza sus lápices y un bloc de dibujo profesional. La magia de un lápiz en las manos de Irene Zaragoza puede verse hasta el 29 de julio próximo.