El olimpismo riosellano cumple 63 años y lo hace ilusionado con el evento que el Comité Olímpico Español (COE) y la Familia Olímpica Asturiana están preparando para el mes de abril en Gijón. Los dos únicos deportistas nacidos en Ribadesella que han tenido la suerte de ser seleccionados para participar en unos Juegos Olímpicos en la especialidad de piragüismo de velocidad han coincidido en calificar ese hecho como “muy necesario”.
El mas veterano de los dos, Juan Miguel Feliz (Roma 1960), aún no sabe si podrá acudir a esa cita debido a los problemas físicos que le restan movilidad. Su día a día transcurre entre la cama y el sofá. Hace mucho tiempo que ya no sale a la calle y cree que tampoco podrá asistir a un reconocimiento público con el que está muy de acuerdo: “Me parece muy bien, ya era hora”, afirmó.
Por su parte, Fran Llera (Atenas 2004) cree que “dar visibilidad al olimpismo es un acierto” y no solo por el reconocimiento personal que supone, sino también porque “sirve de espejo para los jóvenes deportistas que quieren alcanzar esa misma meta”. El de Collera piensa hacer todo lo posible para estar presente en esa cita y “no fallar porque me parece una iniciativa increíble para que no se deje en el olvido a los asturianos que lucharon por estar en unos Juegos”.
Para Feliz, su participación en las olimpiadas fue un suspiro. “Todo fue muy rápido. Cuando estás cogiendo la honda te echan para casa”, afirmó. Recuerda los muchos problemas que tuvieron para viajar por falta de una adecuada organización hasta que “alguien de Madrid cogió las riendas de la expedición y pudimos viajar, aunque llegamos a Roma sin ningún tipo de entrenamiento”. Aún así, tras clasificarse con facilidad para semifinales, “creíamos que el pase a la final iba a ser lo mismo, pero fue todo lo contrario, un auténtico desastre por falta de entrenamiento”, recordó.
A Fran Llera aún se le ponen “los pelos de punta” cada vez que recuerda su participación visionando vídeos o fotografías porque, además, “mis padres estaban en la grada viéndome en directo tanto en la impresionante semifinal que hicimos como en la final donde conseguí un Diploma Olímpico”. Ese diploma sigue colgado en el salón de casa de su madre, “porque ahí está seguro y quieto y no pierde en las muchas mudanzas que he tenido que realizar por cuestiones profesionales”. El año que viene se cumplirán dos décadas de su participación olímpica y aún sigue vinculado al deporte de la piragua. Actualmente es director técnico de la Federación de Piragüismo del Principado de Asturias y tiene ficha de entrenador con El Sella.
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