Las Fiestas de San Miguel en el barrio de El Cobayu van camino de convertirse en las fiestas de la villa de Ribadesella. Junto a las celebraciones en honor a la patrona de los marineros, la Virgen de Guía, en el barrio del puerto pesquero, son las dos celebraciones que hablan de la idiosincrasia de un concejo cuyo carácter ha estado marcado por la ida y venida de los visitantes estivales.
La verdad es que hoy parece un día de verano. Estamos a 13 de octubre, vamos camino de completar el primer mes del otoño, pero los termómetros se han situado por encima de los veinte grados. Se están alcanzado máximas de 27º en zonas del interior. En la costa, en villas marineras como la de Ribadesella, pueden situarse entre 23º y 24º. Excelente climatología para procesionar por la Gran Vía camino de El Cobayu.
Tras la misa de doce, sus vecinos acompañaron a San Miguel hasta el barrio que lo adoptó como patrono. Porque antaño, a finales de los años sesenta del siglo pasado (1968), hubo un político y arquitecto español llamado Miguel Ángel García Lomas que proyectó la construcción de los doce bloques que lo integran. Mas de doscientas viviendas (224) que rápidamente se llenaron de jóvenes matrimonios que con el tiempo fueron creciendo y expandiendo. Hoy en día, los pueblos, aldeas, calles y plazas de Ribadesella están repletos de hijos de El Cobayu.
Tras la procesión hasta el barrio llegaron los bailes tradicionales y la comida campestre. Tarde ideal para disfrutar de sus amplios y refrescantes jardines. La fiesta seguirá con una tarde de micrófonos abiertos y con una noche de concurso de bailes.

La imagen de San Miguel atraviesa la calle Gran Vía debidamente arropada por romeros y romeras