La 84º edición del Descenso Internacional del Sella ha entrado en su cuenta atrás. Faltan 86 días para el sábado 7 de agosto y el “tiempo escasea, así que estirando la goma todo lo que se puede, damos como fecha tope la de mediados de junio para poder decidir si se hace o no se hace”, dijo el presidente del Comité Organizador, Juan Manuel Feliz.
La decisión final sobre su celebración estará en manos de las autoridades sanitarias de la región y dependerá de cómo evolucione de la situación epidemiológica. Pero no queda mucho tiempo para adoptar una decisión, “porque una prueba internacional en la que suelen participar 17 ó 18 países y en la que hay que mover muchas cosas y patrocinadores, requiere de tiempo suficiente para poder adquirir compromisos con la certeza necesaria”, añadió Feliz.
No obstante, el CODIS sigue trabajando bajo una hipótesis favorable y desde dos frentes. El de la prueba estrictamente deportiva, “para la que no vemos grandes dificultades” y el de la parte festiva, “para la que tenemos un plan que incluirá la clausura de los eventos que impliquen la aglomeración de mucha gente”. Es decir, si el Sella se organiza será sin aglomeraciones en la salida, en la llegada o en la entrega de premios. Entre otras cosas, se suspenderían los desfiles.
DONACIÓN.- Juan Manuel Feliz agradeció el detalle que tuvo Belisario Suárez con el CODIS, donando el mural cerámico dedicado a la Fiesta de las Piraguas de su propiedad. Una pieza que se suma a las muchas que se acumulan en la sede del Comité Organizador después de 90 años de historia de descenso. “Así que el tan cacareado Museo del Sella se necesita ya porque tenemos una cantidad de material impresionante, estamos llenos de carteles, cuadros y las vasijas que se utilizaron para los hermanamientos con otros ríos”, afirmó.
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