Los hoteles de Ribadesella continúan cerrados en el inicio de la desescalada a pesar de que, algunos, han recibido llamadas de posibles clientes de Oviedo y Gijón. En ese caso se encuentra Luis Pablo González, propietario del Hotel Don Pepe, en la playa de Ribadesella, establecimiento que “necesita un mínimo de 8 a 10 personas para poder abrir el negocio”. Es decir, mientras no se abran las fronteras, mientras no se permita el tráfico entre comunidades, su apertura no será viable. “Nosotros nos surtimos principalmente de madrileños, vascos, castellano-leones, gallegos, riojanos y del resto de España, el veraneo clásico de Ribadesella”, aseguró.
En las actuales condiciones, los hoteles tendrían que vivir exclusivamente del turismo interno, de aquellos asturianos que decidan salir de fin de semana a conocer otros municipios y rincones de la región. Y a día de hoy, esa demanda de turismo interno no existe ni en el turismo rural. El asturiano que se mueve por su región suele hacerlo en busca de experiencias gastronómicas, pero no en busca de un alojamiento. “Alguno hay, pero no como para llenar un fin de semana, porque las distancias hoy en día son muy cortas gracias a la mejora de las comunicaciones y la gente va y viene el mismo día”, añadió Sabino Martínez, presidente de ARITUR. Además, hoy en día, a un turista asturiano no le viene a cuento moverse a otro municipio sabiendo que la oferta gastronómica también está muy limitada.
En estos momentos, “mas del 90%, la inmensa mayoría” de los hoteles incluidos en ARITUR están cerrados, “porque no compensa abrirlos”. Se ha parado incluso el Camino de Santiago. Ya no hay peregrinos. Solo se mantiene en oferta alguna casa que se alquila en su conjunto. No obstante, Sabino Martínez cree que la normalidad para sus negocios llegará a partir del 1 de julio. “Seguro que algunos abrimos en junio, pero siempre y cuando estén abiertas las comunicaciones con aquellas provincias que nos surten de turistas, como País Vasco, Castilla y León, Cantabria y Galicia, porque Madrid aún se podría retrasar”, añadió.
Por su parte, los hoteles de playa esperan abrir a finales de junio o principios de julio. “El nivel de reservas para el verano es bueno, hay pedido y movimiento para julio, agosto y septiembre. Mas de lo que yo esperaba y de lo que preveían algunas agencias”, apuntó Luís Pablo González. También se mostró así de optimista Sabino Martínez “porque se están haciendo muchas reservas para el verano”. Hay casas “casi llenas”. La gente está animada. “Otra cosa es que todo se vuelva atrás y quede todo anulado, pero a día de hoy las cosas pintan bien”, añadió el propietario del Hotel Camangu. Confía en que la gente “se porte bien” para seguir avanzando en la desescalada.
FOTOS de Luís Pablo González
