Los osos de La Fuentina de Ribadesella vuelven a ser noticia trece años después. Uno de los plantígrados que escoltan la popular fuente riosellana ha perdido una de sus manos. A día de hoy no se sabe si se le ha caído o alguien se ha ha arrancado voluntaria o involuntariamente. Lo cierto es que el oso situado a la diestra del histórico caño se ha quedado sin su mano derecha.
Esta no es la primera vez que ocurre algo parecido. En la primavera de 2012, el 7 de junio de ese año, los dos osos amanecieron con sus hocicos mutilados víctimas de un acto vandálico que nunca llegó a esclarecerse. Por suerte, aquel atentado contra el patrimonio histórico y sentimental de Ribadesella se acabó restituyendo gracias a la iniciativa popular.
El encargado de impulsarla había sido el joven músico local David Mateos, aunque nunca llegó a ver concluida su obra, porque falleció ese mismo año tras un fatal accidente. Su propuesta de organizar un festival para recaudar fondos con los que llevar a cabo los trabajos fue asumida por su padre Javier y respaldada por la inmensa mayoría de la sociedad local, representada por nueve colectivos del concejo.
Los dos hocicos y las dos manos se repusieron un año después, el 14 de junio de 2013. Ese trabajo de restauración fue ejecutado por Abelardo Llano del Valle, cantero de Pandales y el ceramista Juan Garal que se encargo de hacer la muestra de los moldes para su posterior reconstrucción.
Lo que a esta hora se desconoce es lo que pueda ocurrir con este nuevo contratiempo, un daño estructural que debería reponerse cuanto antes. Hace unos días concluyeron los trabajos de reposición y acondicionamiento de adoquines en el pasillo central del histórico Paseo de La Grúa donde se encuentra situada La Fuentina. Ahora habrá que dar respuesta a este nuevo daño.