El Grupo Municipal de VecinosxLlanes ha presentado para su debate y aprobación en el próximo pleno municipal una moción solicitándole al Principado que retome el proyecto de senda peatonal y cicloturista entre Llanes y Celorio, de 6 kilómetros de longitud, “que fue presupuestado en su día y rechazado por el Consistorio llanisco con el fin de hacer posible una urbanización masiva en el espacio natural de La Talá”.
En la moción también se solicita que dicho proyecto se adapte a la realidad urbanística y paisajística actual, conforme a los datos y planos que se adjuntan, y al recorrido que se indica en los mismos, el cual respeta en su integridad los valores culturales y paisajísticos de la zona, con el menor impacto posible sobre los mismos, discurriendo casi en su totalidad por caminos públicos.
En su moción, VecinosxLlanes recuerda que, con fecha 12 de febrero de 2003, la Consejería de Medio Ambiente del Principado sometió a información ambiental este proyecto y que en septiembre de 2004, el Principado aprobó el proyecto de esta obra, así como un presupuesto de 803.509 euros para llevarla a cabo.
“Sin embargo, el gobierno municipal de Llanes tenía una obsesión con el enclave de La Talá, muy arraigada desde los primeros años 90, consistente en construir cientos de chalés adosados en este lugar. Esta obsesión era incompatible con el paso de una senda peatonal por La Talá, y en el año 2005 sencillamente se anuló el proyecto, pese a la existencia de los fondos ya citados para ejecutarla. El acuerdo plenario que la suprimía aprobó al mismo tiempo un plan parcial para edificar 400 chalés en La Talá, poniendo en evidencia el amparo municipal a la voracidad especuladora”, añade la propuesta.
“El día 16 de marzo de 1990 una inmobiliaria madrileña compraba veinte hectáreas de terreno en La Talá y el día 17 de julio de ese mismo año, un exalcalde de Llanes firmaba con la inmobiliaria un convenio para construir 300 chalés en esa superficie, cifra que se elevaría hasta los 512 en sucesivos avatares. La llegada de la crisis económica propició que La Talá acabara finalmente en manos del llamado “banco malo” o Sareb, entidad que compra los activos tóxicos de otros bancos para sanear sus cuentas. No obstante, la obsesión especuladora del mismo exalcalde no decae después de tantos años, al proponer la adquisición de estos terrenos bajo el señuelo de utilizarlos para viviendas sociales”.
Como el plan parcial de La Talá fue anulado por el Tribunal Supremo en 2011, al ser rechazado en su conjunto el plan urbanístico de Llanes, VecinosxLlanes considera que es el momento de recuperar la senda. El partido del alcalde Enrique Riestra, considera que La Talá “debe ser preservada de la especulación, conjugando su valor excepcional como enclave natural con la construcción de un número de viviendas razonable y sostenible”. Pero también cconsidera prioritaria la recuperación de la senda Llanes-Celorio proyectada años atrás, que nunca debió ser desechada.