La iglesia parroquial de Ribadesella acogía este lunes el funeral de despedida de Antonio Victoriano García Sordo, fallecido el domingo a los 83 años de edad después de una larga vida entregada a la promoción y divulgación del folclore asturiano. Así lo hizo tanto en su tierra como en el Caribe y Venezuela, donde estuvo residiendo durante cuarenta años de emigrante junto a su mujer María Teresa González Soto, cantante de tonada.
Tras su regreso al Principado, Marité y Victoriano fijaron su residencia en el concejo de Ribadesella, integrándose con rapidez en las formaciones musicales de la comarca. Primero en la Coral CIMA de Parres, donde estuvieron diez años y más tarde, en el Coro La Fuentina de Ribadesella donde continuaban a día de hoy. A su vez, los dos participaron en todos los festivales de canción asturiana que se han organizado en la comarca y Victoriano ha sido la pareja y tamboriteru inseparable del gaitero Oscar Fernández ‘Oscarín’, ganador del Trofeo McAllan en el año 1999. Los dos recorrieron multitud de fiestas y romerías populares por todo el oriente de Asturias.
El propio Oscar Fernández junto a su maestro Xuacu Amieva y el riosellano Gelu Cuervo al tambor, le despidieron con honores asturianos colocando la nota musical en su funeral, tanto a la entrada como a la salida del templo, así como en diferentes momentos de la liturgia. El suyo fue un funeral de despedida emotivo, pero sobre todo, muy asturiano. Victoriano García se lo había ganado en vida tras entregarse en cuerpo y alma al mundo del folclore. El siguiente homenaje póstumo le llegará esta semana en La Folixa la Sidre de Ribeseya.