La Asociación Riosellana de Turismo Rural (ARITUR) celebra este año sus bodas de plata. El 1 de diciembre próximo cumplirá 25 años de existencia, aunque sus socios esperan adelantar la celebración a este mes de abril coincidiendo con la II Gala del Turismo riosellano, en la que el colectivo recibirá una mención especial, “de la que estamos muy contentos y orgullosos”, dijo Sabino Martínez, el tercer presidente de ARITUR. En el cargo le habían precedido Francisco Ruisánchez, ‘Paco el del Carmen’ y Juan Luís Toribio, “que, aunque ahora está centrado en el turismo de Llanes, sigue vinculado a nuestra asociación ya que gestiona nuestra web y nos sigue echando una mano en todo lo que puede”, añadió el presidente.
A día de hoy, ARITUR es la única asociación turística del concejo de Ribadesella. Nació en 1998 cuando FOTURI aún mantenía su pujanza, pero su posterior disolución los dejó solos como colectivo dedicado única y exclusivamente al alojamiento turístico. Comenzó con once establecimientos y en la actualidad son mas de 35, “aglutinando la inmensa mayoría de las plazas de turismo rural existentes en el concejo y convirtiéndonos en el principal interlocutor del sector ante las instituciones públicas y privadas”, destacó Sabino Martínez.
El colectivo viene de vivir una Semana Santa intensa, en la que todos sus socios alcanzaron el cien por cien de ocupación durante el jueves, viernes y sábado. Lo mismo afirman los alojamientos situados en el litoral riosellano. Es el caso de Luis Pablo González, miembro de una gran saga familiar que ha sido distinguida con el premio a la trayectoria profesional. “Nos alegra un montón que se reconozca la labor empresarial que mi familia viene haciendo desde hace ya cien años en diferentes fases y actividades. Estamos muy contentos”, afirmó este empresario.
En este caso estamos hablando de un siglo de actividad empresarial, la emprendida por sus abuelos Segundo y Delfa, procedentes de la montaña de León colindante con Asturias. Empezaron vendiendo vino. Posteriormente abrieron un bar y el restaurante Delfa. Y a partir de aquí llegó la diversificación empresarial creando una fábrica de gaseosa y otra de conservas. También se dedicaron al envasado de vinos, para terminar en el mundo de la construcción y las inmobiliarias, así como en la actividad turística. La familia González regenta el Gran Hotel del Sella y otros establecimientos que fueron abriendo algunos de sus miembros como el Hotel Don Pepe.
Los dos en primera línea de playa, en el paseo marítimo del arenal de Santa Marina donde el pasado viernes y sábado se celebraron unas multitudinarias carreras de caballos. Después de años de experiencia personal disfrutando de este evento deportivo, lo acontecido en 2023 ha sido “una barbaridad”, sobre todo en la carrera del viernes. “No se podía caminar por el paseo y había atascos por las calles de la playa y por todas las carreteras de acceso a la villa. Estas carreras son de un atractivo enorme. Además, la playa estaba en unas condiciones excepcionales y el tiempo acompañó los dos días”, destacó.
Para Luís Pablo González, el cómputo general de los diez días de semana santa fue mejor que el del año pasado que había sido muy bueno. “Yo quedé flipado con las colas que había para comer en los restaurantes y sidrerías de la villa”, añadió. Y si la tendencia no cambia el verano va a ser “buenísimo”. Este empresario aseguró que hay mucha gente que está dejando el sur para venirse al norte. “Yo tengo clientes que han dejado Marbella por Ribadesella porque estanos de moda ya que la climatología es cada vez mejor, la gastronomía es mucho mejor y la calidad-precio también”, añadió.
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