El 11 de marzo de 1922, en el pueblo de Collera (Ribadesella), vino al mundo Alicia Alvarez Rodríguez y un siglo después, sigue sin perdonar el Martini de los domingos, una costumbre que con el tiempo ha trocado en religión. Alicia se convertía este viernes en una mujer centenaria, aunque será mañana sábado cuando celebre tan magno aniversario rodeada de todos cuantos sienten pasión por ella.
La hija de Pilar y Francisco estudió sus primeras letras en la misma escuela de Collera donde, en 1942, contrajo matrimonio con José Ramón González. Tras la guerra civil, el templo parroquial San Martín de Collera quedó completamente demolido y los oficios religiosos se trasladaron a la escuela, al aula de los niños. De aquel matrimonio nacieron dos hijas, María Isabel (Maribel) y Edita María (Edit). Las dos viven en Benidorm, donde Alicia solía pasar los inviernos, antes de la pandemia. El coronavirus la trajo de regreso a su pueblo natal, donde sigue disfrutando de sus atardeceres.
Mientras su marido José Ramón, fallecido en 2004, trabajaba como tejero ella se encargaba de cuidar la casa y la huerta familiar, además de ordeñar y mantener en buen estado las cuatro o cinco vacas que formaban parte de la casería. En esa labor también la ayudaron sus hijas y con ellas vendieron unos cuantos terneros. Hoy en día, a los 100 años, dedica las mañanas a la lectura (periódicos y revistas) y las tardes a ver sus programas favoritos en televisión.
Según cuentan sus hijas, tiene una mente “privilegiada y envidiable”. Está completamente lúcida y sabe disfrutar al máximo de cada momento de su vida. Es una mujer “enérgica” que siempre hizo muestra de su gran personalidad y carácter. También es alegre y muy amiga de las fiestas. Por ese motivo, seguro que mañana va a disfrutar de la sorpresa que le tienen preparada sus hijas, una copiosa comida para quince. Y el domingo, tenga fuerzas o no, tampoco perdonará la hora del Martini. ¡¡Felicidades Alicia!!