El alcalde de Ribadesella, el socialista Ramón Canal, ha explicado los motivos por los que el Ayuntamiento rechazó la oferta de la Unidad Militar de Emergencias (UME) para limpiar y retirar los troncos que se almacenan en la playa de Santa Marina. La razón es puramente económica ya que esa operación tendría un coste añadido en las arcas municipales. Es decir, nunca sería gratis, como aseguró el portavoz del Partido Popular. “Esa afirmación es falsa, porque se fundamenta en una media verdad. No sé si es por mala fe, por difamar que algo queda o ignorancia”, contestó.
Y se explicó. La retirada de la madera por parte de la UME “siempre saldría gratis, pero nunca su transporte y destrucción por parte de Cogersa”, un servicio que el Ayuntamiento ya tiene contratado a través de un convenio anual con el consorcio para la limpieza del arenal antes de la Semana Santa, antes de la Carrera de Caballos. “Este es un pago que tenemos que abonar porque está firmado, así que si la UME nos limpia ahora la playa tendremos que hacer otro pago añadido a Cogersa, pagaríamos dos veces por lo mismo”, afirmó el alcalde.
Por otro lado, Ramón Canal confirmó que el Ayuntamiento seguirá defendiendo ante el Gobierno asturiano el “hecho diferencial” de los pequeños municipios costeros con playas en las que desembocan ríos como el Sella. “Lo que no me vale es que nos digan que tenemos que tirar del Fondo de Cooperación, porque esta es una ayuda que reciben todos los ayuntamientos y a nosotros nos llega la basura del Piloña, del Sella y de todos sus afluentes”, afirmó. Es decir, Canal defiende una posición política contraria a la manifestada esta misma semana por la Consejera de Presidencia, Rita Camblor, en la Junta General del Principado, “con la que, obviamente, no estoy de acuerdo”.
La UME no limpiará la playa de Santa Marina, pero sí el área de desembarco de canoas del Sella ubicada en el acceso a los Campos de Oba. Las últimas riadas depositaron toneladas de sedimentos en el embarcadero, pero también destrozaron por completo la instalación. Esta fue construida en el otoño de 2018 tras una inversión de 174.000 euros y cuatro años después solo quedan cascotes de hormigón. Aún así, el Ayuntamiento intentará adecentarlo de cara a la próxima temporada turística. “Costas nos dijo en mas de una ocasión que cualquier inversión en ese lugar era tirar el dinero, pero vamos a repararlo lo mejor posible para que se pueda seguir utilizando, aunque hay que empezar a valorar el dinero que allí se invierte porque está en un sitio muy desprotegido y cada riada hará destrozos iguales o parecidos a los que hay ahora”, añadió Ramón Canal.
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